Los gestos de humanidad son de valorar y las redes sociales son el medio perfecto para hacerlo. Algunas de esas historias abarcan una amplia variedad de actos solidarios y de buena intención que reflejan lo mejor del espíritu humano.

La últimas de las acciones que ha conquistado a miles de usuarios en redes sociales tiene a César y a una mujer de 84 años como protagonistas.

El viral gesto de César para calmar a una mujer tras sufrir un robo

El pasado domingo, 9 de mayo, una mujer de 84 años sufrió un intento de robo en su domicilio de Valencia. Tras percatarse de lo que estaba ocurriendo, la anciana no dudó en llamar a emergencias. Cuando los agentes recibieron la llamado se desplazaron de inmediato hasta el lugar, donde encontraron a la mujer muy alterada.

Tal y como relataba uno de los policías que se aproximó hasta la vivienda de la anciana, "recibimos una llamada de una tentativa de robo con fuerza. Cuando llegamos, vimos a una mujer muy nerviosa. Comprobamos la casa por si el individuo estuviera oculto, pero no estaba y la cerradura estaba perfecta".

Tras intentar calmarla de todas las maneras posibles sin éxito, y tras la negativa de la mujer a llamar a un equipo médico, uno de los agentes hablo con la mujer: "Ella me dijo que estaba intentando aprender a tocarlo, salió el tema y se lo propuse: 'Si usted está dispuesta, yo puedo tocar unas canciones. Empecé a tocar y se emocionó'".

Después de interpretar varias melodías, César dio con la clave para calmar a la mujer. La banda sonora de 'Amelie' logró cautivar a la mujer y hacer que olvidase aquel mal trago y momento de angustia durante varios minutos. "Jamás nos había ocurrido nada igual", relataban los policías que se aproximaron hasta el hogar.

La emotiva respuesta de la mujer tras escuchar al policía tocar el piano

Tras escuchar a César tocar algunas melodías, la víctima del intento de robo consiguió relajarse. Instantes después, y con el objetivo de agradecer el trato cercano y el gesto que habían tenido con ella, la mujer cogió un papel y boli de su mesa les escribió un poema a los policías y se lo leyó.

La escena terminó con un contundente abrazo de despedida entre la mujer y los agentes, que se agradecieron mutuamente el momento compartido. "Me dijo, '¿le puedo dar un abrazo?' y le contesté 'puede darme cien si quiere'", relataba uno de los agentes.