ANTES de relatarles la efervescente fiesta (estuvo bañada en champán, de la invocación a las burbujas...) de celebración del décimo aniversario del espacio Yimby de la calle Ercilla permítanme que les desvele, si no lo he hecho ya alguna vez, el origen del nombre: Yimby. Se trata de una derivada de Nimby, acrónimo de Not In My Back Yard (No en mi patio trasero), un movimiento social en contra de poner cerca de las viviendas elementos que puedan ser perjudiciales para la salud. Yimby da un paso más y propone a través de su Yes In My Back Yard (Sí en mi patio trasero) una invitación a la reunión y a la celebración en lo que se ha convertido ya en el punto neurálgico de sus instalaciones: su mágico, diáfano y acristalado patio, donde Vicente García Planas hizo una instalación, El bosque de la memoria, que le da un toque artístico al propio patio y a los salones de aire industrial que les rodean.

La fiesta contó con el desparpajo de Valeria Ros (“hoy al salseo y todo gratis, como a mí me gusta”, dijo...), la mirada profesional de Lorenzo Mendieta, acompañada por un vídeo entre promocional y sentimental de estos diez años; diferentes tipos de comida; tote bags exclusivas y estampadas al momento con creaciones de los artistas de Amiarte (Asociación Amigos del Arte); la presentación de la mascota Plusi, la voz cantante de Marta Uriona y el teclado de Bego Las Heras , el trepidante rasgueo de los DJs, y los gestos de bienvenida de la capitana del equipo Yimby, Marian Sandoval, acompañada por Ane Aramburu, Iratxe Narvaez y Carlos Usandizaga.

Hace una década, como les digo, Yimby vio la luz en un patio acristalado de más de 20 metros de altura (cuánta maravilla cabe en este singular país, que diría Alicia...), rodeado por cuatro salas de aire industrial con luminarias suspendidas y acabados en microcemento, pintura esmalte y un gris tenue y acogedor. Este espacio de más de 1.000 metros cuadrados significó el punto de partida de una red de lugares únicos que van más allá de simples espacios y suponen una experiencia. Desde entonces, medio millón de personas han pasado por la casa matriz, en la calle Ercilla, y todas sus derivaciones. Ayer lo celebraron de lo lindo Lorenzo Mendieta padre, Rosa Sola, Gabriela González Yacob; el pintor Jesús Mari Lazkano, María Caballero; Jesús Beamonte, de Forum; el maestro sastre Javier de Juana y su hijo Hugo de Juana; Jaime Lafita, alma de Dale Candela: Jorge Aio y Olga Zulueta, de Bilbao Centro; Inés Jauregi, de Coca Cola; Virginia López, atenta a que todo fluyese, Macarena Bergareche, Lucía Marzo, Begoña Ibarreche, Luis González, Patricia Soja, Ainhoa Grijalvo, Aurora Garavilla, Celia Albisu, Txema Soria, Javier Iriarte, Ricardo Davis, Patricia Loredo y un sinfín de hombres y mujeres que han pasado por los diversos espacios Yimby a lo largo de estos años, convencidos de que ante sí se abría un nuevo mundo que habitar: el patio de atrás.