Bestia le miró con los ojos barnizados de amor y, vestido con sus mejores galas, le susurró al oído a Bella: “¿Qué es la cena si no hay un poco de música?” Ninguno de los dos personajes acudieron ayer al Museo Guggenheim en cuya cena de gala a media luz, celebrada en el atrio del museo sonó, eso sí, en los preámbulos de cóctel y de inmortalizaciones de photocall y durante las sobremesas, un buen jazz. Fue un encuentro cargado de emociones: la que brotó en la despedida a Juan Ignacio Vidarte, quien presidió este tradicional encuentro por última vez (por los corros correteaba la pregunta: ¿quien le suplirá...?) y la que emanó de la bienvenida al lehendakari, Imanol Pradales.
La tradicional cena anual se celebró por las mismas razones de siempre: en agradecimiento a las personas, empresas y entidades que han apoyado a la institución desde su inauguración en 1997. Atrajo a importantes figuras del ámbito político, cultural y empresarial y contó con un brindis de celebración y reconocimiento por el respaldo continuo que ha permitido consolidar al museo como un referente mundial del arte contemporáneo. Al cabo de la noche del recuento salieron 446 cubiertos (Josean Alija alimentó a la concurrencia de lo lindo y con gusto en una cena patrocinada por Gruo IXO...) y numerosas felicitaciones. Fue todo un alarde.
A la cita no faltaron, además de los ya citados, la vicelehendakari Ibone Bengoetxea; la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; la directora y CEO de la Solomon R. Guggenheim Foundation, Mariëtt Westermann; el patrono de la misma entidad, Jon Azua; la presidenta de Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; la diputada foral de Cultura, Leixuri Arrizabalaga; el viceconsejero de Cultura, Andoni Iturbe; el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria; el consejero Bingen Zupiria o Karole Vall, directora de la Peggy Guggenheim Collection.
Fueron entremezclándose representantes de miembros corporativos y artistas de la colección Guggenheim en una suerte de dry martini (sin agitar, por supuesto, querido James...), un cóctel sabroso. Así se puede dar nota de la presencia de Asís Canales, de Iberdrola; Jesús Mari Lazkano; Nora Sarasola, de BBK Fundazioa; Darío Urzay; Pablo Sampedro, de Occident; Abigail Laskoz; Luis Andreu, de Grupo Noticias; Juan Usté; Emiliano López Atxurra, de Petronor; Pello Irazu, Marta Alonso, de BBVA; Txomi Badiola, Alfonso Icaza, Jon Ander de las Fuentes; Luis Rodríguez, de IDOM; Aurora Zubillaga, de Shotebys; Nurettin Acar, de Ikea; Carmen González, Susana Cima, Izaskun Simon, Ignacio Mataix, Prudencio Irazabal, José Manuel Ballester o José Luis Moraza entre otra gente entregada al museo.
Tampoco faltaron exalcaldes como Ibon Areso y Josu Ortuondo; miembros de honor como Gonzalo Corcóstegui, Alejandro Aznar, Alberto Delclaux, José Antonio Isusi, María Colmenero, Ana San José. Rafa Orbegozo, Isabel Lipperheide, Carlos Alzola, Alberto Delclaux, Patricia Zugaza, María Ángeles Aristrain o Diana Albedrop entre otros; José Alberto Pradera, Josune Ariztondo, Lorea Bilbao, Cristina Uriarte; el músico Joaquín Achucarro, Enma Jiménez, Josune Begiristiain, Ana Elordui, José María Arriola, Rosa Lerchundi, Juan Bustamante, Verónica Gómez, María Jesús Cava, José Antonio Isusi, Consuelo Crespo, Gonzalo Corcóstegui, Delia Quintanilla, Txema Vázquez Eguskiza, Begoña Ortuzar, hija de Jon Ortuzar; el rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxeberria, Elena Auzmendi, Pedro Etxenike, Itxaso Elordui, Julia Diéguez, Julio Aristín, José Ángel Corres, Arturo Trueba, César Caicoya, Javier de Juana, Elier Goñi, Sofía Muguerza, Xabier Pérez Gaubeka y un sinfín más.