Más allá de la obviedad de la salud, la imaginación es la primera fuente de la felicidad humana. La imaginación que alimenta los alardes más fructíferos del arte y la cultura, ese poder que todo lo transforma. Les hablo de estas cuestiones habida cuenta que ayer se celebró, en el atrio del Museo Guggenheim, los Fair Saturday Awards, reconocimientos a organizaciones y personas a nivel internacional que destacan por su impacto social a través del arte y la cultura. La VII edición de los Fair Saturday Awards era, según se dijo, la llave que abría paso al BBK Bilbao Kultura Social Forum. Y atrajo, con la fuerza de una piedra imán, a un cónclave de personas y organizaciones que empujan y empujan en busca de un mundo mejor.

El veredicto de este año fue, como acostumbra, morrocotudo. Entre los premiados de este año, se encuentran el hindú Abhijit Banerjee, premio Nobel de Economía 2019, por sus contribuciones “a un desarrollo social justo y la lucha contra la pobreza global”, y Salvador Sobral, músico lisboeta, por “su profunda autenticidad e independencia creadora, al margen de criterios comerciales en la industria de la música”, según la organización. También fueron distinguidos la directora de cine y productora pakistaní Sharmeen Obaid Chinoy, al considerar que desarrolla un “valiente” trabajo en la defensa de los Derechos Humanos a través del cine, y la Global Teacher Prize 2021 Keishia Thorpe (Washington DC), por “transformar vidas a través de la educación, promoviendo la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos sus estudiantes”. Prosigamos, la escritora londinense Bernardine Evaristo, por su aportación de nuevas perspectivas a través de la literatura, y el filósofo Javier Sádaba, por su espíritu crítico, fueron otros premiados por la organización, que también agasajó al Tumaini Festival (Malaui) en cuyo nombre acudió su fundador, Trésor Nzengu Mpauni, por su promoción de la integración y el entendimiento cultural entre diferentes, y la Sociedad Coral de Bilbao que preside José Miguel Lanzagorta y que gobierna Iñigo Alberdi, por su aportación cultural en Bilbao y Bizkaia a través de la música.

Entre los asistentes a una ceremonia que contó con las ilustraciones musicales de la propia Sociedad Coral y de Beto Snay, a la cita se sumaron autoridades de la talla de Carmelo Bilbao; la presidenta de Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; el CEO de la Fundación Fair Saturday, Jordi Albareda; la project manager de la Fundación Fair Saturday, Ane del Ferrero; Nerea Melgosa, consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico; Nora Sarasola, directora de la Obra Social BBK, o Leixuri Arrizabalaga, diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte de Bizkaia, entre otras.

Además de los ya citados, a la cita tampoco faltó gente tan dispar como el gerente del Palacio Euskalduna, Iñigo Iturrate, el holandés Michiel de Gooijer, Natalia Ortiz; el director del Itsasmuseum y directivo del Athletic, Ion Ruigómez, Celian Pereda, Txema Villate, el doctor de afanes teatrales Ricardo Franco Vicario, Concha Arizaga, Begoña Ortuondo; la bailarina Teresa González-Ardanaz, Itxaso Barea; María José Martínez, presidenta de Aspanovas; Nora Abete, Teresa Querejazu, Jesús Jauregi, Nora Franco, Begoña Hernández; la cónsul de Venezuela en Bilbao, Glenna del Valle Cabello de Daboin, Sylvie Lagneaux, cónsul belga; Cristina Mendia, Eneko Andueza, Ana Viñals, Begoña de Ibarra, Kontxi Klaver, Asier Abaunza, Eider Inunciaga, Ana Berta Campos, Lorea Bilbao, Begoña Gil, Saioa Eibar, María del Río, Jone Goirizelaia, Esteban Goti, Paula Garagalza, Esther Martínez y un largo etcétera de gente que vivió de cerca cómo se hace grande la cultura.