La moda es la armadura para sobrevivir a la realidad del día a día”, dijo Bill Cunningham, un célebre fotógrafo de moda de The New York Times, conocido por su fotografía callejera. Si en Bilbao hay unas tierras propias para el patinaje urbano es la pista ubicada en los bajos del puente Euskalduna, a cubierto y a resguardo de las inclemencias y con un firme propio para deslizarse. Ese fue el espacio elegido por Deusto Bizirik, con Julia Diéguez a la cabeza, e Ignacio Aguirre desde la trastienda para organizar una nueva Pasarela Deusto Ibiltoki, allá en Botika Vieja. El viejo Cunningham hubiese celebrado de lo lindo al ver el desfile en la calle, en todo su esplendor. Fue presentado por Virginia Melchor y María de Maintenant, dos voces que pusieron chachachá al encuentro.

Lo que llevas, cómo vistes, es la manera de presentarte al mundo, sobre todo en la actualidad, cuando los contactos humanos son tan efímeros, cuando todo sucede en un santiamén. La moda es un lenguaje instantáneo. Y no solo la moda, cualquier artículo, cualquier actividad que emana de los comercios y que tú consumes, habla de ti, de tus gustos y costumbres. Sobre esa idea han trabajado en Deusto Bizirik. Con el estilismo de Salón Stilo 21 de Vicky Portugal, desfilaron comercios como Denda Outlet, el centro de día Te Mimo, Masquegorrros, La tienda de Olga, Danzarte, Kancho Oyama, la escuela de danza Sara Etxebarri, el estudio Iñaki Arce o el comercio de dietética La Ventana Natural, cuyo gusto al repartir una pasta con una bolsita de té poderaba la concejala Yolanda Díez. Para el redondeo del desfile lucieron firmas invitadas como Egatex, Señoretta, Laura Batán, Leire Doueil y Eder Aurre. El cóctel de prendas, actividades y artículos desplegados sobre la pista de patinaje fue jugoso. Casi un dry martini o un bloody Mary.

Antes de que todo comenzase se vivió el ajetreo de las entrecajas, el clásico de la cremallera rota, las novias cruzándose de acá para allá –Ianire Agüeros, Catalina Castaños y Nahikari Núñez, que posaron ya vestidas, además de Alejandra de Pablo y Anastasia Canhan andaban con los últimos retoques...–; las modelos Almudena Blanco, Mireia Martínez, Julia Campo y Elena Andrés entre otras, vestidas de púgiles (al que escribe le trajo a la memoria la película de Clint Eastwood, Millon Dollar Baby...), toda una invocación al boxeo que se practica en Kancho Oyama; las bailarinas con sus calentamientos (Emma Veloso, Andrea Jalón, Lola Gumb, Eva Fernández y Almudena Isusi al aparato...), los últimos ajustes de la estilista Miren González de Mendialdua, en el grupo de modelos silver formado por las catalanas Roser Vilarroya y Ángeles Garrido, acompañadas en la pasarela por Felisa Ramos e Isabel Asolo Líbano o los invitados que vienen y van y preguntan dónde sentarse. El alboroto nuestro de cada día, vamos.

Digamos que lo vivieron bien de cerca el viceconsejero de Comercio, Jesús García de Cos; los concejales Xabier Ochandiano, Yolanda Díez, Esteban Goti, Paula Garagarza, Xabier Jiménez o Garazi Perea entre otros; el presidente de Cecobi, Pedro Campo; el presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Luis Arbiol, Janire Torvisco, Iker Urkidi, Jujo Ortiz, Idoia Gutiérrez, en nombre de DEIA, Agurtzane Mendizabal, Beatriz Marcos, Verónica López, Alberto Ruiz; dos jóvenes vestidos casual, Yeray Pro y Diego Lorenzo, Isabel Muela, Julio Aristín; comerciantes de la talla de Itxaso Bilbao, María Cereceda, Olga Martín, Amparo Olmeda y Sara Etxebarri, entre otros y otras; Miren Amaia García, Arantza Otaolea, Ainhoa Matesanz, Lucía Bilbao Ramos, Arrate Puras y toda una corte de amistades, comercios y vecindario que disfrutaron de una tarde de vientos templados y actividades cargadas de esa electricidad humana que te alcanza como el rayo y te provocan escalofríos de felicidad.