Como si fuera el preludio al advenimiento de Marijaia, La Otxoa se apeó de una inmensa limusina púrpura en plena Gran Vía de Bilbao. Era toda lentejuelas verde y púrpura y una peluca verde rabia. Le abrieron las puertas sus compañeras y compañeros de elenco caracterizadas con buzos de trabajadores del metal y pelucas masculinas rubias. Volaron papelitos de colores brillantes. En el calor de la tarde de ayer, la calle se llenó de aplausos y La Otxoa abrió los brazos.
La cola para asistir al estreno del musical ¡Agur Otxoa feroz! se desordenó por un momento y la fila se volvió semicírculo para dar vítores. Había muchas personalidades del mundo del espectáculo, fans y seguidores de La Otxoa, amigas y amigos de José Antonio Nielfa, representantes de instituciones, niñas y niños, activistas, señoras bien, personas mayores, adolescentes, piratas y carne de neón. Gentes de tacón de aguja y también de zapatilla de lona; de Moschino y de tienda de ropa usada.
Nadie en el Bilbao de los plomizos años cincuenta, en el que el pequeño José Antonio empezó a soñarse, hubiera apostado un real a favor de que se cumpliera ni una sola de aquellas imaginaciones.
Y allí estaba él ayer, sonriente, en loor de multitud, aclamado, en la puerta de una gran sala del mismo centro de la ciudad. Protagonista de un espectáculo en el que el personaje interpreta a la persona. Un musical, que es el género en el que lo deseado se vuelve realidad.
Acompañaron a La Otxoa, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; la diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga; la directora de promoción cultural del Gobierno Vasco, Aitziber Atorrasagasti; el director del Instituto Etxepare, Imanol Otaegi; la directora foral de cultura, Begoña de Ibarra; o la directora de la Obra Social de la BBK, Nora Sarasola.
Estuvieron ediles como María del Río, Esther Martínez, Ana Viñals, Paula Garagalza, o Nora Abete.
No faltaron el director de cine Pedro Olea, con Auro Uriarte, o el crítico Pedro Barea. Actrices como Loli Astoreka, Karmele Larrinaga, Vito Rogado, Esther Martínez, Ane Gabarain o Nati Ortiz de Zárate. Actores como Juan Viadas, Mikel Losada o Diego Pérez, entre otros.
Mucho profesional de los medios de comunicación, caso de Sandra Atutxa, Txema Gutiérrez, Joseba Solozabal, Iñigo Lejarza, Joseba Urkiola, Arturo Trueba, Odei Esnaola o Eider Hurtado.
También acudieron Isidro Elezgarai, Irantzu Varela, Beatriz Marcos, Alejandra Ezcurra, Ana Alonso, Arantza Alberdi, Begoña Atxalandabaso, Javier Chueca o la escultura Julia van der Bom.
Este Bilbao plural de 2023 nada tiene que ver con aquel de 1947 de herrumbre, humo y clandestinidad en el que nació Nielfa. La Otxoa se puso la peluca para cambiarlo.
