EL autobús turístico que recorre Bilbao posee un atractivo irresistible para las familias. Al menos, ayer.

Según la experiencia de Andoni García, conductor, “sube mucha más gente por las mañanas que a las tardes. El recorrido de las 13.00 suele ir lleno, y muchos se apean en el Casco Viejo para ir a almorzar”. Añade Andoni que “se nota la afluencia cuando atraca un crucero”.

Carlos Samaniego, también chófer, afirma que “como el billete sirve durante 24 horas hay personas que bajan y se suben en otro momento”.

Naren Barzola, que atiende a los viejeros en la parada, señala que “nos preguntan de todo: desde dónde se come bien hasta qué lugares merece la pena visitar realmente”.

Andoni García apunta que “se notan rachas; semanas en las que todo el mundo es de Buenos Aires, otras que la mayoría son de Mexico; ahora, por ejemplo, hay mucha gente de Francia y Cataluña”.

Es el caso de los Laveire, de Mont-de-Marsan: Sonia, Monique, Pascarine y Lenie. De Cataluña, de la gerundense comarca del Ripollés, son José Martín y Beni Bolaños, que quieren ver Bilbao tras hacer un alto en Logroño. O Carles Pujol y María Fernández, de Lleida, con sus hijos Adriá y Víctor, que, además de la villa de Don Diego, irán a Mundaka y Gernika. Lars Oro, barcelonés de origen noruego, está en ruta hacia Pontevedra con María González, y su hijo Nils.

De Lorca, Murcia, han llegado Pedro, Fran, Marcos y el pequeño Marco Montiel, con Inma, Antonia y Marcos Sánchez, además de Juana López y Clemen Quiñonero. Marcos Montiel y su pareja vinieron hace cuatro años, les gustó, y han decidido repetir visita con el resto de la familia. También han ido a Getaria, Zumaia, Zarauz y Hondarribi: “El pueblo de Emery, que ascendió al Lorca CF”, subraya Fran Montiel con orgullo futbolero.

La jovencísima coprotagonista del corto Perdición, Laia Medina, de León, subió al bus con su abuela bilbaina, Ana Álvarez, y Marijo Sánchez. Y de Alicante, una familia más: Clara Ibáñez y Rober Garrido, con los peques Martín, Arturo y Alan.