El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zeberio apuesta "firmemente" por las políticas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. Prueba de ello, es el proyecto que va a poner en marcha para la paulatina sustitución de las calderas de gasoil de producción de energía calorífica en edificios municipales por otras de biomasa. El alcalde de la localidad, Karlos Idirin, explica para DEIA las características, previsiones y plazos de esta importante actuación.

¿En qué criterios se sustenta la decisión de prescindir de las calderas de gasoil en dependencias municipales?

-Zeberio es un enclave rural y sus fuentes económicas han sido siempre las derivadas del cultivo del campo, crianza de animales y cuidado del bosque. El respeto del medioambiente es una de nuestras prioridades y una apuesta clara de EAJ-PNV desde la pasada legislatura que recuperó el gobierno municipal. Somos conscientes de que la combustión de carburantes como el gasoil para producir energía calorífica provoca la emisión de gases contaminantes como el CO2 que favorecen el efecto invernadero y por tanto el calentamiento global del planeta. Y, desde lo que nos compete a nivel local, queremos contribuir e evitar esos efectos tan nocivos para el medioambiente y, al mismo tiempo, ir cumpliendo con el programa municipal que EAJ-PNV presentó para la legislatura 2019-2023.

¿En qué consiste el proyecto que va a acometer el Ayuntamiento? Y ¿a qué edificios municipales afecta?

-Supone la sustitución de las calderas de gasoil, es decir un combustible fósil, que producen energía calorífica en la Casa Consistorial, la kultur etxea y el Gazteleku. En su lugar, se van a instalar calderas de biomasa y dentro de las diferentes variedades que hay, nos hemos decantado por el pellets. Por eso, también se van a crear silos para el almacenaje de este producto.

¿A cuanto asciende la inversión?

-Alcanza los 198.000 euros, una cantidad muy importante para un pueblo como Zeberio. Para sufragar esta inversión, contamos ya con una subvención concedida y confirmada de 120.000 euros del Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación Foral de Bizkaia, y esperamos obtener otra ayuda del Ente Vasco de Energía que, estimamos, va a ser de 24.000 euros. El resto del presupuesto saldrá de las arcas municipales. Queremos agradecer la implicación de estas administraciones superiores ya que, sin su ayuda, no seríamos capaz de pone en marcha una iniciativa así.

¿En qué fase está el proceso para hacer realidad el proyecto?

-Estamos preparando los pliegos y las bases para sacar a licitación el proyecto hacia mediados de abril. Si todo va bien, a mediados o finales de mayo estaría adjudicado con idea de acometer la obra entre verano y otoño. El objetivo es las nuevas calderas de biomasa en los tres edificios municipales elegidos estén en funcionamiento el próximo invierno.

¿Tienen calculado el ahorro económico que va a suponer a las arcas municipales la utilización de biomasa?

-Actualmente, la factura de gasoil asciende a entre 16.000 y 18.000 euros anuales. Estimamos que con las calderas de biomasa se va a reducir en algo más de un 30%. Pero también queremos poner en valor sus otras ventajas.

¿Cuales son esos otros beneficios?

-Principalmente las medioambientales porque el pellets es un recurso renovable que tiene nulas emisiones de CO2 a la atmósfera, y por lo tanto, no contribuye al calentamiento global. Además, es recurso energético autóctono que disminuye nuestra dependencia energética del exterior y favorece la economía local ya que genera empleo, en entornos cercanos, fundamentalmente en las áreas rurales.

¿Tiene intención el Ayuntamiento de Zeberio de sustituir otras calderas de gasoil?

-Si. En un futuro, a medio o corto plazo, queremos extender el proyecto de energía calorífica por biomasa a las escuelas nuevas y más adelante a la haurreskola, aunque en estas dependencias queremos dar un pasito más y poner también suelo radiante.

¿Qué otras acciones en favor del medioambiente ha impulsado en Zeberio?

-En la pasada legislatura, llevamos a cabo el cambio en el alumbrado público del sistema tradicional de vapor-sodio por el de leds y, en algunas zonas, instalamos también farolas que funcionan con placas de energía solar. Y hace algo más de un año adquirimos bicicletas eléctricas municipales para su uso por parte de los vecinos y visitantes por medio del sistema de alquiler. Creemos que es el camino a seguir y esa es nuestra apuesta.