Es conocido que el acuífero Gernika, ubicado en el subsuelo de la localidad foral, alberga una balsa de agua importante para el abastecimiento de la comarca de Busturialdea. Y es también sabido que dos de sus sondeos -denominados Euskotren y Vega III- presentan problemas por contaminación de cloroetenos. Es por ello que la Agencia Vasca del Agua, URA, dependiente del Gobierno vasco, prevé buscar de cara al futuro una salida a esta situación, para lo que testará diferentes medidas de choque.

Los trabajos, que URA debe todavía adjudicar por un valor de 223.000 euros, tendrán cuatro fases. El primero será en análisis de la información que existe, tras el que se llevará a cabo tareas a las ya realizadas -las instituciones públicas controlan en todo momento el estado del acuífero, a través de una red de seguimiento- como una campaña geofísica, entre otras actuaciones. Posteriomente se diseñarán las pruebas piloto, tanto en el foco norte -Euskotren- como en el foco sur -en la zona de la Vega-, que después se ejecutarán como actuaciones. El plazo de ejecución será de 18 meses, y el objetivo pasa por evitar cualquier tipo de contaminación en las aguas subterráneas.

La propuesta no es otra que analizar, a través de la realización de ensayos piloto in situ, la viabilidad de posibles tratamientos de remediación, preferiblemente biorremediación, en los puntos que el acuífero no están en su mejor situación. Ello podría permitir avanzar en la consecución del buen estado químico de la masa de agua subterránea, mejorar la garantía de abastecimiento comarcal y, además, evitar el riesgo de afección a la ría del Oka, según señalan desde la Agencia Vasca del Agua.

En todo caso, el acuífero bajo el suelo de Gernika-Lumo está siendo controlado en todo momento por los técnicos de URA. De hecho, desde que fueron detectados los primeros problemas hace más ya más de una década y media, se realizó un estudio inicial para conocer el estado de la contaminación -con campañas de muestreo en diferentes puntos- y mejorar el conocimiento del acuífero. Posteriormente se comenzaron a realizar controles periódicos a través de un programa de monitorización y control.