Lekeitio - El proyecto para rehabilitar el astillero Mendieta, en Lekeitio, toma impulso. Completadas las fases previas por parte del Consistorio, y ahora en mano de que el Gobierno español active su licitación a través de la dirección de Costas, responsables del Gobierno español giraron recientemente una visita a las instalaciones. Exponente de los astilleros de ribera del Cantábrico, cabe resaltar que el proyecto de recuperación fue redactado el pasado año y, si bien la labores debían de haber comenzado tras ser incluidos en el Presupuesto de 2018 del Ejecutivo de Madrid, lo cierto es que se prevé que se puedan ejecutar en próximos meses.

Fuentes del Ayuntamiento lekeitiarra se felicitaron por la visita de los técnicos estatales, y de que Costas se encuentre en plena redacción de los pliegos para contratar las obras de recuperación del astillero Mendieta, si bien recordaron que “es responsabilidad de todos mantener en buenas condiciones y con seguridad este monumento”. No en vano, la administración local lleva largos años de estudios previos y trámites, e incluso de ejecución de algunas labores de conservación, para convertir en realidad un proyecto que han compartido con instituciones supramunicipales como la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco, que también han acudido a visitar la infraestructura costera recientemente. En el mismo también tomará parte el Instituto de Patrimonio Cultural, que depende del Ministerio de Cultura y Deportes, cuyos representantes se acercaron recientemente a Lekeitio, donde pudieron “obtener información y realizar mediciones”.

Trámites Inscrito como Bien Cultural con la categoría de Monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco desde 2010, los planes municipales para Mendieta pasan por asegurar su mantenimiento en una primera fase de las obras -en el que sobre todo se actuaría en la propia infraestructura- y después emprender su puesta en valor. Y es que cabe resaltar que hace ahora tres años hubo que apuntalar el edificio del astillero de Mendieta ante el riesgo que presentaba. Y es que su estructura amenazaba con colapsar. El coste fue de 35.000 euros y el informe técnico pertinente ya advertía de que existía el peligro de su derrumbe total. Posteriormente, en 2017, se realizaron otras labores complementarias.

No fue hasta 2018 cuando se realizó el proyecto, gracias a una ayuda del Gobierno vasco. A pesar de su inclusión en los Presupuestos del Estado, y que finalmente no se materializó, el Ayuntamiento siguió negociando con el Gobierno de Madrid para materializar el proyecto. De hecho, también se negoció poder hacerse con la titularidad del astillero, que en la actualidad está en manos del Estado, tratando de resolver un expediente de extinción de la concesión.