LLOS lo llevan en la sangre. Es algo que les caracteriza. Lo sienten. Lo hacen. La palabra ayudar, por lo tanto, está en su vocabulario y la conjugan de infinitas maneras de una forma natural. Por eso, durante el confinamiento, en una situación tan extraordinaria en la que hacían falta tantos corazones generosos, los voluntarios de Protección Civil de Erandio no cesaron en las 24 horas del día de colaborar con lo que hiciera falta. "Mañana, tarde y noche", ilustra su responsable, Javier Suárez.

La dimensión de lo vivido quedará en la memoria de la veintena de personas que durante la cuarentena pensaron primero en los demás y después en ellos. "Fueron días muy duros", evoca sin paliativos el cabeza visible de este grupo que en Erandio se formó en 1990. Cuando el covid-19 obligó a una vida entre cuatro paredes, ellos dijeron: "Aquí estamos para lo que haga falta". Por eso, estuvieron repartiendo comida a los domicilios, colaborando con la Policía, escuchando las solicitudes de sus vecinos... "Hicimos un poco de todo; estuvimos controlando los aforos en los supermercados, porque así nos lo pidieron varias cadenas que están en el municipio, estuvimos llevando comida a la gente que era de grupos de riesgo y no podía salir de sus casas y prestando todo tipo de ayuda que necesitara... También, dimos apoyo a la Policía y al Ayuntamiento...", repasa Suárez, porque si algo caracteriza a esta agrupación es ir de la mano con las autoridades locales. Ante el coronavirus, la fuerza también nació de la unión.

Hubo muchos episodios plagados de emoción, pero claro, ayudar a los mayores de Erandio y ver cómo lo agradecían, en medio de su temor a enfermar, es algo que encoge el alma. De hecho, este colectivo que hace del voluntariado su seña de identidad continúa prestando atención a los mayores que así lo requieren. "Seguimos haciendo la compra o llevando lo medicamentos a aquellos que están en una situación más difícil", señala el responsable de Protección Civil. Y todo ello compaginándolo con su labor habitual, la de estar alerta, como les indicó SOS Deiak, estos pasados días por los vientos que podía provocar la borrasca Bárbara, por ejemplo. Porque ellos están siempre ahí.

Su uniforme azul y naranja se puede ver en cualquier rincón de Erandio. Cuando ocurre algo grave a consecuencia del temporal, cuando se desata algún accidente... Y también en escenarios más alegres como son eventos culturales o deportivos, donde la coordinación es fundamental y son necesarias personas que contribuyan a que todo se desarrolle con normalidad. En Erandio, Protección Civil lleva arrimando el hombro treinta años, es decir, es uno de los colectivos de estas características más veteranos de Bizkaia. Es un aniversario redondo en este 2020 que se ha oscurecido ante esta pandemia que lo ha cambiado todo y que ha venido a constatar que las personas que tienen vocación altruista son más necesarias que nunca.

Tres décadas

La idea de crear el grupo fue de César Pérez, anterior jefe de la Policía Local, que lo propuso a diversos integrantes de asociaciones locales. En aquellos inicios se llegaron a reunir más de 50 personas participando en cursillos de formación, o simulacros, "pero este número se fue reduciendo de manera paulatina debido a que mucha gente pensaba que iba a cobrar, cuando esto es totalmente altruista", recuerdan algunos integrantes de la época.

Aun así, Erandio ha tenido siempre nutrido su equipo a lo largo de los años. Y en las buenas y en las malas, han puesto su granito de arena. Están en las fiestas patronales, carnavales, parques de Navidad o pruebas deportivas que tienen lugar en la localidad, siempre en coordinación con la Policía Local. De hecho, en las celebraciones patronales de los principales barrios erandioztarras del pasado año, Protección Civil desempeñó un trabajo muy valorado: el del servicio de acompañamiento a casa. Se hicieron ocho recorridos en las de Astrabudua y doce en las de Altzaga a mujeres desde los 15 hasta los 44 años.

Protección Civil: siempre esforzándose, muchas veces renunciando a su tiempo para cedérselo a los demás.