N el año 2014 el Banco de Alimentos de Bizkaia, propuso al Ayuntamiento de Abanto Zierbena la posibilidad de que el reparto a las familias beneficiarias empadronadas en el municipio minero se realizara contando con el apoyo de entidades voluntarias. Se mantuvieron para ello, varias reuniones con distintas asociaciones en las que se informó sobre la dinámica de los repartos, criterios para determinar las personas beneficiarias y se respondieron a las dudas que pudieron surgir respecto a este nuevo empeño. Las entidades voluntarias que participaron en la puesta en marcha de esta iniciativa fueron Beti Abanto Sahararekin, la Apama del colegio público El Casal, la entidad social Adizmi y la Asociación de Personas Jubiladas, Viudas y Pensionistas de Sanfuentes. En esta última asociación fue Andrés Martín, uno de los que levantó la mano para apuntarse a esta labor de apoyo a las personas más necesitadas. "No me lo pensé mucho porque yo siempre he sido una apersona que le gusta ayudar a los demás, lo mismo a ayudar a una persona a cruzar la calle que a prepara las bolsas y repartirlas a las personas que lo necesitan", explica este jubilado metalúrgico de 67 años que lamenta que al principio se apuntaran 17 o 18 personas de la asociación y hoy día son bastantes menso las que permanecen.

Ahora mismo, de hecho, atienden este servicio poco más de una docena de personas del global de las diferentes entidades. "Lo malo no es tanto el número lo que nos preocupa más, aunque es importante contar con alguna mano más, sino el hecho de que la media de edad de los voluntarios es bastante alto. No logramos atraer a la gente joven", reconoce Itziar Castro, otra "veterana" en este grupo de ciudadanos que al igual que Andrés, resalta que "es una labor muy agradecida porque ves que apoyas a gente que lo necesita aunque a veces te desilusionas cuando ves lo poco que nos llega para repartir a estas familias", reseña esta ama de casa que cifra en cerca de 150 familias "el pico más alto que hemos alcanzado en la pandemia aunque lo habitual es que atendamos a unas 130 unidades familiares".

Y lo hacen desde hace unos años en el renovado local que antaño acogiera las escuelas de barriada de Sanfuentes después de dejar el local que utilizaban junto a la iglesia de Gallarta. "El compromiso del Ayuntamiento es proporcionar un local para el almacenaje y reparto de los alimentos y además, se encarga de gestionar el traslado de los alimentos bien a través de una empresa de transportes que hace el trabajo de forma gratuita o, si no pueden, con personal municipal", señalan desde Acción social. El reparto se hace in situ los martes por la mañana "aunque con motivo de la pandemia para evitar aglomeraciones se reparte los martes por la mañana y tarde, los miércoles por la mañana y los jueves por la tarde", explica Jon Díez, prejubilado de La Naval, que lleva 2 años como voluntario y que ya tenía experiencia previa en acciones solidarias en un centro diocesano de Bilbao. El Departamento de Acción Social realiza el listado de familias beneficiarias y avisa por whatsapp a las personas perceptoras. "Este trabajo es sencillo pero muy gratificante", asienten los voluntarios de Abanto Zierbena merecedores del Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria.