Vecinos de Soscaño y otras zonas se unieron para celebrar la festividad de la Virgen de los Milagros en este barrio de Karrantza el 8 de septiembre en un oficio al que acudió el Obispo de Bilbao, Joseba Segura. Aún no ha terminado la restauración de la iglesia con la que el valle se está volcando a través de la asociación Gure Griña, que recupera el inmenso patrimonio local, y otras aportaciones vecinales, pero el tipo de trabajos ya efectuados en estrecho contacto con el departamento de Patrimonio del Obispado permite que permanezca operativa para el culto "desde el 15 de agosto de 2020", precisa el párroco, Miguel Esnaola. Al mismo tiempo, "además del interés por reabrir el edificio estamos implicados en darle vida y, para ello, se celebra una misa mensual el segundo domingo de mes, a las 13.00 horas". Desde mayo, es Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental.

El expediente que consagra la protección del edificio lo define como "un ejemplo de arquitectura religiosa contemporánea constituido por una iglesia del siglo XX enclavada sobre un lugar histórico, en el que se han documentado restos de una iglesia anterior, del siglo XVI, así como restos de una necrópolis con materiales de una dilatada horquilla cronológica que pueden situarse entre el siglo VIII y la primera mitad del XI". También abre sus puertas "puntualmente para bautizos, funerales, misas de aniversario, primeras comuniones o misas familiares y tenemos especial interés en que la infancia conozca y haga suyo este enclave tan significativo para nuestra historia presente y futura".

El edificio actual es obra del arquitecto Manuel María de Smith Ybarra, "representativo del modernismo vienés, costeado con las contribuciones de vecinos y entidades de Karrantza", según describe la asociación Gure Griña. Sin embargo, Soscaño ocupa un lugar primordial en su historia desde mucho antes.

Los primeros vestigios de Santa María de Soscaño "datan de mediados del siglo XIV, cuando se tiene constancia de la realización de una talla gótica de madera. A finales del siglo XV se tiene constancia documental de la existencia de un edificio como iglesia. Esto es el comienzo de la lista de acontecimientos históricos que han creado la historia de la iglesia de Soscaño. Hasta la construcción del Ayuntamiento en Concha a mediados del siglo XVIII el pórtico de la iglesia de Soscaño acogía las reuniones para el gobierno local y en la sacristía se guardaron los libros de cuentas y el archivo municipal, hasta su traslado al Consistorio y la Virgen de los Milagros fue patrona de Karrantza hasta que en 1927 este honor recayó en la Virgen de El Suceso.

Problemas en la estructura del edificio aconsejaron su cierre durante cuatro años para proteger a los feligreses. Uno de los principales radicaba en la estructura inestable del terreno, que favorecía las filtraciones de agua. Tras estudiar varios informes, en agosto del año pasado se inyectaron resinas expansivas en el suelo de cimentación y los muros de los pórticos perimetrales "para consolidarlo e incrementar sus características mecánicas e hidráulicas". De la misma manera, se procedió a reparar humedades, fisuras y grietas interiores y exteriores, arreglar la cubierta del pórtico de entrada, efectuar trabajos de carpintería y electricidad, así como "el más importante: resolver el drenaje y recogida de aguas que ahora se filtran en el subsuelo de la iglesia, que han causado gran parte de los problemas, para que sean recogidas y desviadas".

El presupuesto de los estudios y trabajos realizados y por realizar se calcula en 300.000 euros, obtenidos con "aportaciones del Obispado, de particulares, los ingresos provenientes de rifas, loterías y las misas". "La iglesia estaba casi a punto de caerse y han conseguido ponerla en condiciones para que tenga un mantenimiento. La festividad de la Virgen de los Milagros supone de alguna forma su reinauguración", cuenta Alicia Varón, del coro femenino Abesti Lagunak. "Nuestra tierra está sembrada de edificios que son un precioso legado de aquellos que nos precedieron. Valorar ese legado no es una postura estéril, es, al menos, un síntoma de sensibilidad", declara.