El Museo de la Minería del País Vasco de Abanto-Zierbena y la sociedad pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco, Ihobe, -como gestora de las ekoetxeas de Peñas Negras (Ortuella) y de Gallarta- ultiman un convenio de colaboración que potencie y aproveche las sinergías entre ambas entidades en sus ofertas educativas y de sensibilización.

Según ha podido conocer DEIA de ambas entidades, en el marco del convenio que se está trabajando entre Ihobe y el Museo Minero se contempla establecer, entre otras líneas de colaboración, “la cesión para fines educativos e interpretativos de un conjunto de piezas históricas relacionadas con la minería a determinar. “Todo ello bajo un enfoque pedagógico de educación para la sostenibilidad y puesta en valor del patrimonio histórico-cultural”, avanzan.

El Museo Minero había cedido desde hace bastantes años un conjunto de piezas mineras expuestas tanto en el exterior de la sede de Peñas Negras (Ortuella) como en el exterior del nuevo centro en Gallarta. En el caso de Peñas Negras se trataba de un conjunto formado por tres vagonetas de cadenilla, un trómel de lavado de mineral, dos caballetes de línea de baldes, dos baldes y varios contrapesos. En el caso de la ekoetxea de Gallarta estaban instaladas una vagoneta de minera, un tambor de tracción de vagonetas recuperado en dícido, dos plataformas de transporte de slabbing y el tambor de la Jardinera, un funicular que trasladaba a los mineros al interior de la mina Bodovalle desde las instalaciones de Agruminsa.

Con el paso del tiempo y sometido al lógico desgaste fruto de las inclemencias atmosféricas, una parte de las piezas daban muestras evidentes de deterioro y corrosión. A petición del Museo Minero y tras una valoración conjunta, se consideró que lo mejor era la devolución al museo de todas las piezas para su custodia, análisis y posterior restauración. Ihobe ha procedido a su retirada y traslado al Museo Minero y con el conocimiento previo de los ayuntamientos de Ortuella y Abanto-Zierbena, tareas de retirada y devolución. “A nadie se le ocurre pedirle un cuadro al Guggenheim y tenerlo guardado en un rincón sin preocuparse de él. Eso es lo que queremos evitar con las cesiones del patrimonio material del Museo de la Minería”, señalan desde Campodiego.