Como ya avanzó el director de la escuela taller de Casto Urdiales, Juantxu Bazán, la recuperación del túnel de Herreros que abriría una conexión entre vías verdes de Bizkaia y Cantabria entre aquel municipio y Sopuerta es “viable”. Lo certifica el informe que ayer difundió el Ayuntamiento cántabro resultante del recorrido de técnicos especialistas por sus casi dos kilómetros el pasado 10 de abril. Acometer las obras implicaría una inversión cercana a los dos millones de euros y un periodo de obras de catorce meses, cuantificaron.

En general, esta primera inspección evidencia “un buen estado de conservación, sin riesgos aparentes de caídas de material rocoso o de revestimiento”, describió el concejal de Urbanismo, Alejandro Fernández. Por ello, el grupo técnico “parte de la idea de proteger y conservar los elementos del túnel, manteniendo así la esencia” de esta obra de ingeniería del siglo XIX por la que circularon trenes hasta 1966. Entre otros elementos, el informe cita los revestimientos de piedra y ladrillo, de los espeleotemas presentes, de los apartaderos y de restos de la línea de telégrafos e incluso alguna traviesa. “Todos poseen un valor patrimonial y cultural que recomiendan preservar”, explica Fernández.

Para la ansiada reapertura que la asociación cultural Alen de Sopuerta persigue desde hace años, “va a ser necesario acometer un proyecto constructivo que, además, previamente ha de disponer de unos estudios previos, como el topográfico del túnel y sus accesos, un análisis geológico-geotécnico del mismo entorno y una campaña de prospección con georradar para detectar grosores insuficientes de revestimientos o huecos entre el revestimiento y el macizo rocoso que hubiera que rellenar” por seguridad. Estas labores previas a las obras implicarían un coste estimado de 285.560 euros. Un capítulo en el que se recomienda ensanchar los accesos y eliminar el agua acumulada en ambas bocas. La entrada por Sopuerta mide 150 metros y la de Castro, 200 metros. El documento también habla de otras intervenciones necesarias: refuerzo de las bocas, consolidación estructural, drenaje, firmes y pavimentos y sistema de iluminación.

Fondos Europeos

“Tanto los estudios técnicos como las obras tienen un coste muy importante que será necesario que venga financiado con la ayuda de administraciones provinciales y que aproveche al máximo la posible contribución de fondos europeos”, recalcó el edil.

Por su parte, la alcaldesa, Susana Herrán, incidió en que la puesta en valor de este vestigio de la minería “resulta de vital importancia para la comunicación peatonal y ciclista con Bizkaia”, ya que se sumaría a las existentes por la ruta de la costa a través de la vía verde del Piquillo, entre Ontón y Kobaron, y la ruta de interior a través del antiguo trazado de ferrocarril minero Castro-Alén, permitiendo unir las vías verdes entre sí en territorio vizcaíno”. En Sopuerta conectaría con la vía verde de los Montes de Hierro. Asimismo, hace unos días la asociación Alen pidió por carta al Gobierno vasco la declaración como Bien Cultural la Mina Catalina -donde se asientan los hornos de calcinación- y su entorno dando lugar a un centro de interpretación de la minería. El Ayuntamiento de Sopuerta y la asociación de desarrollo rural, Enkarterrialde, lo ven con buenos ojos, pero se trata de una propiedad privada.

Desde el lado de Castro creen que la inversión en el túnel “tendría su retorno en una oferta turística enfocada al disfrute de naturaleza, deporte y cultura”, así como un constante flujo de visitantes entre Bizkaia y Cantabria.

Reunión con Sopuerta. Desde el Ayuntamiento de Sopuerta esperan reunirse con sus homólogos de Castro Urdiales para estudiar el proyecto y sus posibles vías de financiación.

Proyecto constructivo. Requerirá de estudios topográficos, geológicos y geotécnicos y una prospección con georradar para analizar el grosor de las paredes y otros aspectos.

55

Los viajes de mercanías y pasajeros entre Traslaviña -núcleo e Artzentales- y Castro Urdiales concluyeron en 1966. Por tanto, el túnel de casi dos kilómetros lleva cerrado 55 años.

“Todos sus elementos poseen un valor patrimonial que se recomienda preservar”

Concejal de Urbanismo de Castro

“La inversión tendría un retorno en una oferta turística de naturaleza, deporte y cultura”

Alcaldesa de Castro