Detrás de "un envoltorio tan bonito" se esconde un ingente trabajo artístico y creativo, reconoció Mercedes de Miguel. Esfuerzo y talento a raudales a prueba de crisis o inundaciones, que se funde con el futuro en una exposición con un centenar de vestidos que alberga hasta finales de abril el Basque Design Center: centro de I+D+I en diseño de moda y mobiliario de Güeñes. Las puertas del vanguardista edificio ubicado en el barrio Lasier, que la asociación Enkartur prevé que comience a funcionar a principios de 2021, se abrieron el miércoles por primera vez para acoger la muestra retrospectiva con motivo del trigésimo aniversario de la firma de moda.

Se programarán visitas -con cita previa contactando con Enkartur para cumplir con la normativa de aforo-, en algunas de las cuales la propia diseñadora ejercerá de guía. Se exhiben "en torno a cien vestidos ordenados por colores" en los que "destaca la atemporalidad". Y es que "piezas de hace 25 años conviven perfectamente con otras actuales ya sea con rosas, verdes o azules vibrantes, dorados o plateados. Entre ellos, un elegante vestido "que llevó Ainhoa Arteta en una gala de Navidad", según contó Charo de Miguel, también diseñadora y parte de la marca. Para mantener el distanciamiento social recomendado en pandemia, se ha trazado un itinerario de ida y otro de vuelta.

La exposición se convierte en un hito dentro de una trayectoria que se narra en un cortometraje que se emite en una de las salas. Nacida en un pueblo de Burgos, Mercedes de Miguel se trasladó a Bilbao a los 15 años, completando sus estudios de diseño en Barcelona. Entre 1999 y 2005 no faltó a la entonces pasarela Cibeles de Madrid y también presentó sus colecciones en la barcelonesa Gaudí. Además, ya desde antes guardaba una estrecha relación con Güeñes, puesto que no solo ejerció de jurado en el concurso internacional de vestidos de papel de 2007, sino que confeccionó un vestido para la ocasión y lo donó.

En una trayectoria de tres décadas la marca se enfrentó a la crisis económica de 2008 de la que salió reforzada. Pusieron en marcha "una línea más competitiva que encajó muy bien en los mercados exteriores a la que hemos querido dedicar un espacio específico en la exposición", recordó Charo de Miguel. La bautizaron Poupèe Chic, "retrotrayéndonos a las muñecas de trapo que hacía de pequeña y con una imagen más juvenil", apuntó Mercedes de Miguel. Por aquellos años sufrieron también los efectos de una riada en los terrenos de Babcock en Trapagaran. Hoy día mantienen esa divisa junto a la de M de Miguel.

"Es un referente del diseño reconocido a nivel internacional, una mujer emprendedora con arrojo y acierto en la construcción de un modelo de negocio competitivo. Ha sabido expandirse basando su crecimiento en calidad y diseño que la hacen única", elogió la diputada de Promoción Económica, Ainara Basurko. Además de armarse de valor para "buscar oportunidades de negocio y diversificar" exportando su estilo a "Francia, Italia, Portugal, Emiratos, Japón o China". "Ha llevado los nombres de su pueblo y Bilbao al Olimpo", añadió la presidenta de la asociación Enkartur, mientras que el alcalde de Güeñes, Juan Andrés Iragorri, celebró que la muestra eleve a Güeñes a la categoría de referente del diseño. El Basque Design "va siendo una realidad" y aunque el coronavirus ha obligado a suspender dos veces la inauguración oficial, las instituciones confían en que pueda llevarse a cabo en breve.

Desde que se anunció hace diez años, el proyecto ha atravesado numerosas vicisitudes. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero destinó algo más de dos millones de euros mediante un convenio con Enkartur en el marco de una negociación presupuestaria, pero con el desembarco de Mariano Rajoy en Moncloa se frenó la iniciativa hasta que la financiación se recibió al recibir el espaldarazo de la justicia y pudieron comenzar las obras. Entonces un incendio afectó a la cubierta, afortunadamente sin daños graves. Y, cuando por fin todo estaba preparado, ha sobrevenido la pandemia.

Laboratorio de materiales

Bajo el paraguas de Basque Design Center, varios diseñadores han trabajado durante el confinamiento en prototipos, por ejemplo, de un carrito de madera que facilite a los propietarios de los negocios sacar sus productos al exterior o una unidad de desinfección por ozono dirigido a los establecimientos de moda para desinfectar las prendas después de haber sido probadas, evitando así que permanezcan en cuarentena. Cuando las instalaciones de 1.250 metros cuadrados y tres alturas arranquen también contarán con un laboratorio para desarrollar materiales a partir de organismos vivos (como la fruta) para potenciar sostenibilidad y economía circular.