asociación Enkarterriko Izarlokak

Esta agrupación nació de la inquietud de runners de Güeñes por quedar para hacer ejercicio por el respeto que les imponía a las mujeres salir a correr solas. Hoy aglutinan a 34 deportistas que son asiduas a competiciones dentro y fuera de la comarca y han intentado compensar la falta de movimiento en cuarentena “mandándonos directos de gente que se ejercitaba en Instagram o tutoriales”. Muchas de las Izarlokak seguían saliendo a trabajar al pertenecer a sectores esenciales. Más adelante, cuando se permitieron las salidas a caminar con horarios definidos, “nos íbamos juntando las que podíamos por municipios”, porque la asociación cuenta con deportistas de Balmaseda, Gordexola, Sodupe o Zalla.

De cara al verano “ya pudimos reunirnos de una forma más normalizada pero tampoco era como antes”. Algunas llevaban meses sin verse: “Vivimos un reencuentro muy bonito, aunque había que guardar la distancia” y los abrazos estaban vedados. Incluso “el paisaje nos parecía diferente, como si hubieran transcurrido años y al principio te cruzabas con gente, tú corriendo y ellos andando o con las bicis, te daba miedo juntarte, hay que esquivar un poco, pero toca adaptarse a todo”. La prohibición de desplazarse a otras localidades “nos está haciendo descubrir rincones, caminos y caminitos de Enkarterri”. “Normalmente la gente pasea por los bidegorris, pero como damos por sentado que va a haber más movimiento, intentamos ir al monte”, explica la presidenta de Enkarterriko Izarlokak. Por supuesto, extreman las precauciones: “Hemos restringido las salidas a menos de seis personas formando nuestra pequeña burbuja social también dentro del grupo”. Pensaron que los meses de encierro les pasarían factura en lo físico y al final no fue para tanto. Notaron “que no habíamos perdido tanta forma, igual por mantener la actividad en casa y continuar trabajando”.

Lo que sí extrañan son las salidas a competiciones. Sin ese aliciente, “cambia el programa de los entrenamientos”. Ya no se marcan una preparación específica “y echamos de menos tanto la adrenalina de la carrera como el estar con gente del mundillo” con la que ya han fraguado amistad a base de encontrarse en las citas del calendario.

Marcha benéfica por el 25-N

La concienciación contra la violencia machista conforma el tercer vértice del triángulo de las Izarlokak junto con la práctica deportiva y la competición. De hecho, la asociación emergió del deseo de buscar compañía para sentirse seguras cuando salen a correr. Cada 8 de marzo se suman a las acciones en pro de la igualdad de género, en 2017 trasladaron su mensaje a una marcha que lideraron en Sodupe en la antesala del Día contra la violencia hacia las mujeres del 25 de noviembre, que se reeditó en 2018 y 2019, caracterizadas por la amplia participación popular y siempre con fines benéficos.

El primer año colaboraron con la asociación Berriztu. En 2018 la ayuda se dirigió a la ONG Aunar, que presta atención a personas en riesgo de exclusión desde Alonsotegi a través de iniciativas como el táper solidario. En noviembre de 2019 se dio un espaldarazo a la labor que desempeña la asociación La posada de los abrazos para luchar contra la exclusión social por vía de alojamientos a personas vulnerables. “El mensaje de la marcha es muy potente”, pero “ya desde verano veíamos que se suspendían eventos”, así que “ni nos llegamos a plantear ya esta actividad; queda para noviembre de 2021 e iremos viendo cómo está la situación el 8 de marzo”. De momento, siguen adentrándose por la naturaleza de Enkarterri “con circuitos y paisajes variados” que les adentran por nuevos caminos.