La situación derivada de la crisis económica y sanitaria del covid-19 deja una serie de consecuencias negativas en la sociedad en el aspecto de la salud y en el tejido socioeconómico, y "la administración local no está exenta de esos impactos sobre todo en lo que se refiere a la recaudación impositiva", alertó el alcalde de Muskiz, Borja Liaño. Así, el Consistorio tenía una previsión de ingresos cercana a los 14.000.000 de euros, pero la ejecución de los mismos no alcanza esas previsiones.

Por ello, informó Liaño, el Ayuntamiento se ha visto obligado a ajustar los ingresos a la baja por valor de 1.000.000 de euros con el compromiso de no hacer efectiva una serie de gastos e inversiones que todavía no estaban comprometidos y no son prioritarios en la situación actual.

Ante la reducción de ingresos, algunas inversiones previstas por el Ayuntamiento se verán pospuestas o se retrasarán hasta que la disponibilidad económica de las arcas municipales permita ejecutarlas. En este sentido, el Consistorio dio de baja del presupuesto los 500.000 euros previstos en inversiones para la mejora de algunos caminos, señalización de rutas naturales, dotación de mobiliario y enseres de edificios municipales, renovación del alumbrado público o proyectos de energías renovables.

Además, se detraen otros 500.000 euros de actividades y acciones que con la pandemia no se han podido llevar a cabo. Algunos ejemplos son la feria agrícola, las fiestas de San Juan y de los barrios, la Eguzki Fest, las subvenciones puntuales para eventos deportivos o gastos de comunicación, protocolo y asistencias jurídica y urbanística.