Después de decretar hace unos meses la supresión de las fiestas de la primavera, Alonsotegi va un paso más allá y extiende la medida "hasta nuevo aviso", abarcando de momento el calendario que resta hasta final de año. Es el primer municipio de la comarca que comunica una determinación en firme sobre el futuro de los actos pendientes más allá de septiembre, que sigue la línea de lo establecido desde marzo por el temor a que se forme una segunda oleada de contagios de coronavirus en otoño.

"Vivimos una situación complicada. Las medidas adoptadas y las recomendaciones que hemos ido recibiendo nos han hecho tomar esta decisión. No habrá fiestas en Alonsotegi. Nos entristece mucho, pero creemos que es lo más prudente. Tenemos que actuar con responsabilidad para garantizar la seguridad", argumenta el alcalde de la localidad, Joseba Urbieta.

De esta forma, "atendiendo a las indicaciones de las autoridades competentes", no se saldrá a la calle a festejar San Bartolomé, el 24 de agosto; San Antolín y su renombrada feria, del 2 de septiembre; Nuestra Señora de la Guía, el 12 y el 13 de septiembre, y San Martín, el 11 de noviembre.

Balmaseda, Galdames, Güeñes, Gordexola, Sopuerta o Zalla anunciaron la suspensión de sus festejos de verano con una programación de actividades alternativas para que los vecinos disfruten del verano con las pertinentes medidas de seguridad. Rutas en bicicleta de montaña, cine al aire libre o visitas guiadas para descubrir el patrimonio local son algunas opciones pensadas para que todas las edades puedan aprovechar este verano tan especial.

Aún es una incógnita lo que ocurrirá a partir de septiembre. Gordexola no sabe si se levantara las txosnas de madera para San Cosme, lo mismo que Güeñes con su concurso de vestidos de papel, Karrantza y El Suceso o Zalla y la feria de Gangas Eguna. Balmaseda reunirá a la comisión de fiestas en septiembre para concretar si se encenderán las putxeras el 23 de octubre, cuando el concurso cumplirá su quincuagésima edición.