- En mitad del apagón, de la oscuridad del aislamiento, a Iñigo Urrutia se le encendió la bombilla e ideó un mural que serviría para que los txikis que participasen en su realización pasasen una pequeña parte del tiempo que hubo que estar confinados y que, además, aprendiesen sobre las numerosas especies de mariposas que habitan en el monte Serantes de Santurtzi. La iniciativa resultó todo un éxito y en tan solo un día y medio Iñigo, cabeza visible y pensante del proyecto de Serantes Natur Eskola, llenó el cupo de 54 participantes en el mural.

Quienes se quedaron fuera de ese cupo, pudieron recibir su lámina correspondiente para colorear y conocer las mariposas del Serantes. Cada uno de los participantes acabó su obra mucho antes de que el prolongado confinamiento tocase a su fin y ahora que la circulación es libre este original y curioso mural se puede ver pegado en la frutería Miguelo de Mamariga. "Esta es la primera parada de las varias que va a tener esta obra con la que estoy muy contento por la respuesta de la gente y cómo, a pesar de no poder estar juntos, hemos trabajado", resume Iñigo con la composición a sus espaldas.

Así las cosas, con sus tres metros de largo por 1,20 metros de alto ya está visible para la ciudadanía, pero el proceso hasta llegar a este punto no ha sido fácil. Una vez se normalizaron relativamente los movimientos, Iñigo comenzó a buscar locales con cristaleras que pudieran acoger este trabajo. De esta manera, tocó la puerta de la frutería Miguelo y obtuvo un sí rotundo por respuesta. "Vi esta cristalera lateral y no dudé en preguntarles a ver si podía colocar el mural aquí, les estoy agradecidísimo porque nos hayan cedido el uso de este espacio", indica Iñigo. "Estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros. Aún la gente no entiende mucho el concepto del mural, pero sí se queda mirándolo, iniciativas como esta están muy bien", explican Begoña, Asier y Mari Mar, trabajadores de esta frutería.

Una vez abandone el local de Mamariga, el mural recorrerá otros puntos de la geografía santurtziarra. En este aspecto, Iñigo Urrutia avanza que es muy posible que más adelante recale en un centro comercial de Kabiezes y en una entidad bancaria del centro de Santurtzi, mientras que está buscando las opciones más idóneas para que, en un futuro, la obra también luzca en Las Viñas. "También espero que se pueda llevar a los colegios de Santurtzi para que, de esta manera, puedan valerse del mural para estudiar la biodiversidad", indica Urrutia.

Uno de los aspectos que destaca de la iniciativa es que, como en otras muchas acciones que han desarrollado, otorgan el protagonismo al monte Serantes. "Creo que el respeto, la conservación y el conocimiento del medio ambiente han de empezar desde el entorno más cercano. A menudo, al hablar de medio ambiente se usan ejemplos muy lejanos cuando no hay que irse tan lejos para encontrar biodiversidad, flora, fauna...", explica Iñigo Urrutia.

Cuando le interrumpió el confinamiento vislumbraba tres proyectos en el horizonte: otros tres murales, dos que se haría en Bilbao y otro, de mayor tamaño que se iba a pintar en Santurtzi y que reflejaría el viaje de un migrante.

Asimismo, Ihobe, la red de Ekoetxeas del Gobierno vasco, ha premiado recientemente a Serantes Natur Eskola con el galardón Menos Huella, Más Vida.

La temática del concurso era la fauna vasca durante el confinamiento y Serantes Natur Eskola presentó un vídeo que refleja de forma original la vida de unos mirlos. "No me esperaba, para nada, que nos diesen el premio, ha sido toda una sorpresa", reconoce Iñigo Urrutia.

Serantes Natur Eskola ya prepara nuevos proyectos de cara a los próximos meses y para el futuro. Iniciativas que, como en el caso del mural que se puede ver en la frutería Miguelo, pretenden que la ciudadanía, a través del conocimiento, se conciencie, cuide, respete y proteja el medio ambiente. "El medio ambiente pertenece a todos, si la naturaleza sufre, nosotros sufrimos. Para proteger nuestro entorno hay que conocerlo", concluye el creador y artista Iñigo Urrutia.