Barakaldo - El objetivo máximo de la vida de todo ser humano es ser feliz. El tránsito vital es un camino de búsqueda de la felicidad, de sentirse pleno y satisfecho con el día a día de uno mismo. David de la Iglesia tomó, hace poco más de dos años, la decisión de dar un cambio de rumbo a su vida, de arriesgar y buscar llegar cada noche a la cama con una sonrisa y, sobre todo, con la tranquilidad de estar haciendo lo que su corazón y su cabeza le piden. Este barakaldarra de 38 años licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas dejó su empleo en el que alternaba el mundo del marketing y de la imagen para poner en marcha su sueño de dedicarse a la fotografía creativa. “Mi mujer siempre me decía que cuando más feliz me veía era cuando hacía fotos. Decidí dejar el trabajo y, finalmente, me decanté por tratar de ser feliz haciendo lo que me gusta: hacer fotografías. Fue una decisión difícil, pero es muy fácil cuando cuentas con el apoyo de tu entorno”, señala David. No quería quedarse con la espina de no haber intentado hacer aquello que, desde muy joven, le ha encantado.

Dio el salto y, gracias a su talento y su capacidad de trabajo, cayó de pie. Hasta el punto en el que la semana que viene él será el representante de Euskadi en el certamen Lumix Photographic Challenge que se celebrará en Asturias tras ser elegidas sus fotos las mejores entre los fotógrafos vascos que se presentaron a concurso en una sesión celebrada en el paraje cántabro de Fuente Dé. “Hice las fotos como siempre, con el único objetivo de disfrutar. De hecho, creo que disfrutar es la única manera de lograr una muy buena foto”, asegura David, quien ensalza el trabajo de sus compañeros vascos. “En el concurso había un grandísimo nivel y al igual que iré yo a Asturias, podía haber ido cualquier compañero mío porque son muy buenos”. Finalmente, será David quien se desplace hasta tierras astures para, en un lugar que la organización aún no ha desvelado, buscar hacer la mejor instantánea posible. No será una excepción y en esta ocasión su objetivo no será otro que disfrutar de la experiencia, de estar sacando fotos en un lugar que, quizá, no conozca. “La receta es la misma, disfrutar de lo que haga, aunque sí es cierto que siento una pizca de responsabilidad porque no me represento solo a mi mismo, sino también al resto de compañeros vascos que han tomado parte en este concurso y que muchos de ellos merecerían estar en la fase final”, apunta David. Si sus instantáneas del próximo fin de semana convencen al jurado del certamen, volverá a tierras asturianas la última semana de este mes para la ronda final de este concurso a nivel estatal. “Cuando haces una foto no te puedes parar a pensar si puede gustar al jurado o no porque, en definitiva, todo se basa en criterios subjetivos. Lo que sí es cierto es que no se puede hacer una foto buena sin ponerle pasión ni disfrutar. Puedes tener las mejores condiciones del mundo que, si tú no estás bien, la foto no va a salir bien”, desarrolla De la Iglesia.

Fotos de euskadi Uno de los objetivos que persigue David en el mundo de la fotografía es lograr que se cree un archivo de fotos turísticas de Euskadi. Unas imágenes de calidad que acerquen no solo a los visitantes, sino también a los propios vascos los lugares de postal existentes en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. “Ese es mi leitmotiv, casi una obsesión. En Euskadi tenemos grandes parajes y grandes fotógrafos. Lo tenemos todo para poder crear un gran banco de imágenes de Euskadi y ese es un gran proyecto que quiero que se haga realidad y estamos empezando a trabajar en él. Ojalá se haga realidad”, apunta David. Entre las miles y miles de fotos que ha realizado en estos dos últimos años, han tenido cabida lugares icónicos de Bizkaia como, por ejemplo, el museo Guggenheim y San Juan de Gaztelugatxe. Todas esas imágenes han surgido del talento y la pericia de David de la Iglesia, un hombre que con la búsqueda de la felicidad y el disfrute como principal motor representará a los fotógrafos vascos en el Lumix Photograpic Challenge.