El equipo sospecha que en estratos inferiores podrían esconderse restos correspondientes “a la alta Edad Media, los siglos IX-X”. Así lo explicaron los arqueólogos José Ángel Fernández y Xabier Padín al medio centenar de asistentes a la salida enmarcada en las Jornadas Europeas de Arqueología. Iniciativa de la Diputación, el programa de actos en todo Bizkaia está coordinado por Arkeologi Museoa en colaboración con la Cátedra Unesco de paisajes Culturales de la Universidad del País Vasco y varios museos.

La casualidad propició que las obras para construir una tubería junto a la parroquia de Abellaneda dejaran al descubierto unos huesos. “Una vecina nos avisó”, recordó el director del Museo de las Encartaciones, Javier Barrio, y el dispositivo se puso en marcha. La primera sorpresa fue que “apareció un primer enterramiento con ataúd, posiblemente del siglo XVIII, la última etapa en la que se permitió inhumar fuera de las iglesias”, detalló el arqueólogo José Ángel Fernández. El cuerpo que todavía no han extraído al completo, según pudieron comprobar los participantes en la excursión. Aunque la aparición también de balas siembra dudas, porque “vecinos de la zona mayores nos han contado que por aquí hubo fusilamientos durante la Guerra Civil”, apuntó el director del Museo de las Encartaciones.

“Nos encontramos en una fase muy inicial. De momento, hemos llevado a cabo un sondeo para examinar la estratigrafía del terreno”, describió Fernández. Un trabajo más profundo dirá si, como creen, una necrópolis altomedieval espera ser descubierta. Indicios hay, por ejemplo, “el hallazgo de parte de un muro cuya orientación concuerda con la de un templo” previo al actual que habría existido en ese mismo lugar.

Todavía les queda tarea por delante y lo que se vio en la salida de campo es solo el principio. “A cada objeto le asignamos un número de inventario y va al museo de arqueología de Bilbao”. Una intensa labor de documentación corroborará, o no, las hipótesis de los expertos.

Aunque “no sabemos lo que puede aparecer, es importante investigar sobre Abellaneda, desde el Museo de las Encartaciones nos gustaría mejorar el barrio”, aseguró su director, Javier Barrio. Si se cumplen las expectativas, “los vestigios de población altomedieval completarían mucho nuestra historia”. Y es que “Enkarterri es diferente al resto de Bizkaia hay menos restos de esta época que en otras comarcas, quizás porque esta parte tenía un poder más establecido”, expuso José Ángel Fernández. Además, “estamos en la frontera entre lo vasco y lo no vasco y ese choque se aprecia en Sopuerta en particular”, añadió Barrio.

Repoblación Restos medievales permitirían ahondar en el pasado de Sopuerta. Una fuente documental escrita sobre el siglo IX “hace referencia a la repoblación de Sopuerta y lo que entonces era Karrantza con gente llegada del Duero por orden del rey Alfonso III”. El ramal de una calzada romana que unía Balmaseda con Flaviobriga (es decir, Castro Urdiales) se había deteriorado por la caída del imperio que provocó que la estructura organizativa y comercial “casi desapareciera entre los siglos V y VIII”. La jornada de puertas abiertas también transcurrió por lo que se preserva de la vía cerca del museo, “pero no de la original, sino de la última restauración”. Cuando comienza la recuperación “sobre el siglo IX se asienta una población en áreas sobre cien metros de altura porque entonces los valles eran poco habitables”. Ahí habría que ubicar una primera ermita de Abellaneda “probablemente con necrópolis” que ahora podría salir a la luz.

El poderoso linaje Abellaneda pudo condicionar la elección del lugar como sede de las reuniones de las Juntas. Frente al museo “en la campa del Torrejón” vecinos “nos han hablado de que de niños jugaban entre piedras y Antonio de Trueba menciona los restos de una torre en un texto de 1830”. Durante el seguimiento arqueológico que se realizará para levantar un depósito de aguas “confiamos en que aparezca la torre”.

Sobre 1500 se erige la primera Casa de Juntas en un caserón renacentista. El conjunto creció después con las casas de los junteros y el corregidor. El edificio principal adoptó su aspecto actual almenado en los años sesenta.