BILBAO. Según ha informado el Consistorio, este camino contaba con unas escaleras para acceder a las viviendas de San Ignacio o hacia la zona del metro de Ansio. Las rampas peatonales ahora construidas tienen un trazado de zigzag, pensado para que no se sobrepase el 8% de pendiente máxima permitida.

De este modo, se han instalado dos tramos, el primero con 114 metros, y el segundo que conecta la acera construida bajo la A-8 con la acera de la calle Ismael Gorostiza. Las rampas tienen una anchura de 21 metros y una pendiente transversal de 1,5% para asegurar la salida de agua hacia un lateral.

Además, se ha mejorado la iluminación actual para dar servicio a los nuevos accesos, y se ha creará un itinerario peatonal sobre la zona ajardinara existente en la Ismael Gorostiza.