La canción Nere etxea, de Luis Arteaga, sonó más emotiva que nunca frente a la casa de Balmaseda en la que nació su hijo, Juan Urteaga Loidi, y en las voces de la coral Donosti Ereski, que este creó. No podía haber banda sonora más adecuada para el homenaje al compositor y organista. Una placa en esta vivienda de la plaza Marqués de Legarda recuerda al compositor y organista que vino al mundo en la villa el 28 de enero de 1914. Los coralistas de la agrupación guipuzcoana se desplazaron a Enkarterri para conocer el municipio natal de su fundador en una jornada que terminó, como no podía ser de otra manera, con un concierto.

El centenario de Juan Urteaga Loidi ha descubierto a los vecinos de Balmaseda una figura crucial para la cultura vasca. "Según me dijo un abad del monasterio de Belloch, no pasa un día sin que en Francia los benedictinos canten una canción de Juanito", apuntó en este sentido su sobrino, José María Urteaga, "muy contento" de que se reconozca su labor. Y es que la "tremenda fuerza personal" y el talento de Juan Urteaga Loidi renovaron la música de los oficios religiosos "adaptándose a los preceptos del Concilio Vaticano II". Además, "organizó el coro nacional de la República Dominicana".

Las fotografías familiares que José María Urteaga enseñó a los asistentes al acto hablan también de una bonita historia de amor, protagonizada por los padres del homenajeado. Luis Urteaga se enamoró de Baldomera Loidi cuando se trasladó a vivir a casa de la familia de ella en Balmaseda para proseguir sus estudios con el organista de San Severino, Martín Rodríguez. "La iglesia tenía un órgano cavaille coll", apuntó el crítico cultural Edorta Kortadi, también presente en el acto. De acuerdo a las costumbres de la época, "en cuanto formalizaron el noviazgo, mi tío se marchó a otra casa de la calle Correría porque ya no era conveniente que vivieran bajo el mismo techo", rememoró José María Urteaga.

Aunque no residieron mucho tiempo en la villa, los lazos con Balmaseda no se rompieron. Un vínculo que ha estrechado ahora el centenario de Juan Urteaga Loidi. Las corales Kolitza y Donosti Ereski y los ayuntamientos de Balmaseda y la capital guipuzcoana han colaborado en la organización de las actividades para conmemorar una fecha tan señalada, centradas en la visita a Enkarterri del pasado sábado.

"Muy bien acogidos" Los integrantes de la agrupación Donosti Ereski disfrutaron de una visita guiada por la iglesia de San Severino, el Puente Viejo y el centro de interpretación de la Pasión Viviente en el antiguo convento de Santa Clara, así como de una comida de hermandad. "Balmaseda les ha encantado, se han sentido muy bien acogidos", celebró la secretaria de la coral anfitriona, Olaia Pellón.

Al caer la noche, la iglesia de San Severino se iluminó en el concierto párroco que las corales ofrecieron ante más de 300 personas. Juntas interpretaron dos canciones de Juan Urteaga Loidi y otra compuesta por su primo, el balmasedano Luis Escudero titulada Kolitza Mendi. "Hemos querido incluir en el tributo un tema muy entrañable para nosotros porque fue el último en el que Tomás Negro dirigió a la coral Koli-tza", indicó.