Hace ya tres años que Berango inició un proceso dirigido a escuchar la palabra de los vecinos más jóvenes del municipio dentro del ámbito de la política local. Un procedimiento arduo en el que la localidad ha ido cumpliendo etapas y acreditando su decidida apuesta por tener en cuenta su opinión como parte del conjunto de la ciudadanía. De esta forma, el pasado mes de junio Unicef le entregó oficialmente el sello que le avala como Ciudad Amiga de la Infancia. Una distinción a la que se ha sumado este pasado fin de semana, coincidiendo con el Día Universal del Niño, la inauguración de una plaza conmemorativa en el parque Berangoeta, un punto estratégico para los txikis dentro del municipio, en el que estuvo presente Isidro Elezgarai, presidente de Unicef País Vasco y la alcaldesa Anabel Landa, junto a su equipo de gobierno.

Así pues, la elección de Berangoeta se debe a que "se trata del espacio más representativo", al estar ubicado "junto a la escuela y la ludoteca", un punto de encuentro para los txikis del pueblo, explica Ederne Frontela, concejala de Igualdad y Bienestar Social, que ha trabajado codo con codo junto de áreas municipales para conseguir esta distinción. "Nuestro objetivo es trabajar para que cualquier niña o niño pueda venir a jugar a Berango de forma segura y, al mismo tiempo, escuchar y atender sus peticiones", señala la edil.

Precisamente, una treintena de escolares de entre 10 y 11 años han participado durante estos años en una serie de procesos como plenos y talleres mediante los cuales se han involucrado en la gestión municipal. Un proceso que concluyó hace ahora justo un año con un pleno telemático debido a la pandemia.

Asimismo, el Consistorio berangoztarra ha incluido este año un apartado específico para los niños y niñas dentro del habitual proceso participativo para la confección de los presupuestos municipales. "La mayoría ha optado por solicitar un parque con tirolina", destaca Ederne Frontela.

Sello

En este sentido, el sello de Ciudad Amiga de la Infancia de Unicef pone en valor el compromiso y el esfuerzo de los municipios para mejorar sus políticas públicas desde un enfoque de los derechos de la infancia, equidad, participación y rendición de cuentas. También reconoce el protagonismo de los niños, niñas y adolescentes en la agenda política, fortaleciendo el compromiso de escucharles y de incorporar a las políticas locales las decisiones elaboradas en los espacios de participación infantil y adolescente. Y es que una ciudad amiga de la infancia es cualquier ciudad, pueblo, comunidad o sistema de gobierno local comprometido con el cumplimiento de los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes de acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño.