A pesar de los actos incívicos que se vienen sucediendo en los últimos tiempos contra el patrimonio público en el área de Santa Marina, el pulmón verde de Urduliz, el Ayuntamiento mantiene su apuesta por seguir divulgando la gran riqueza histórica y arqueológica de esta zona. En concreto, una de las últimas iniciativas ha sido la instalación ayer por parte del Ayuntamiento y el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, de un panel informativo vertical y dos atriles que documentan con precisión cómo era la línea defensiva de Santa Marina, perteneciente al quinto sector del Cinturón de Hierro de Bilbao.En este sentido, las peñas de Santa Marina estaban integradas en un sector que abarcaba desde Larrabetzu hasta Berango, Urduliz y Barrika, y la zona más cercana a El Abra se encontraba reforzada por una triple línea defensiva. “Su estratégica ubicación permitía el control de las carreteras de Mungia hacia la costa, pero la ruptura del Cinturón se dio en Gaztelumendi y esta zona quedaría fuera de combate, si bien la zona fue ocupada por las tropas vascas en su retirada”, señalan desde Gogora. No obstante, hoy en día gran parte de sus estructuras están protegidas como Bien Cultural, con la categoría de conjunto monumental. “Por la memoria de las personas que las construyeron y defendieron ¡Respétalas!”, subrayan desde el Instituto de la Memoria.

Por este motivo, con el objetivo de poner en valor todos los vestigios que alberga la localidad, se ha diseñado un recorrido guiados con paneles que aportan información precisa y detallada. Así en los paneles instalados en Urduliz se pueden observar diversos elementos del entramado defensivo de Santa Marina como los refugios, abrigos en galería de mina construidos en su mayoría en los últimos meses de la contienda bélica; las trincheras; los puestos de vigilancia; los nidos para ametralladoras y la galería de fusileros.

De este modo, vecinos y visitantes pueden realizar ahora un itinerario que arranca con un panel informativo instalado con anterioridad junto a la iglesia de Santa María y después detenerse en el recién colocado junto al parking de la ermita. Desde allí se puede acceder a las áreas principales que componen el cordal del Cinturón de Hierro de Urduliz. Por un lado, junto a la zona de la ermita se ha instalado uno de los atriles con información sobre el nido de ametralladora existente en las inmediaciones, mientras que el otro se ha ubicado en la parte este del cordal, donde se encuentra el único nido de ametralladoras con tres troneras de todo el sistema de fortificaciones.

80 kilómetros

El Cinturón Defensivo de Bilbao era una línea de fortificaciones de más de ochenta kilómetros que el Gobierno vasco decidió construir en 1936 para proteger Bilbao y su entorno. Una obra colosal en la que trabajaron hasta la primavera de 1937 más de 14.000 personas. Todo ese esfuerzo finalmente no fue suficiente para defender la ciudad cuando el 27 de febrero de 1937 Alejandro Goicoechea se pasó al otro bando entregando un informe detallado de las defensas vizcainas. El Cinturón se rompió el 12 de junio de 1937, en la zona de Gaztelumendi y Urrusti, entre Gamiz-Fika y Larrabetzu y, a pesar de la intensa resistencia de gudaris y milicianos en Artxanda, las tropas rebeldes entraron en Bilbao el 19 de junio de 1937.