En Leioa, la lluvia caerá durante todas estas semanas de los colores de las acuarelas, en negro carboncillo, y también en gris lapicero. Sonará a raudales o a gotitas. Y es que los alumnos del taller artístico local La vaca pinta exponen obras bajo el paraguas temático de euria, que abarcan distintas disciplinas, desde pintura a ilustración o efectos sonoros. Lo hacen en Kultur Leioa, que permanecerá salpicado por esta muestra desde ya y hasta el próximo 10 de enero.

Edurne Rivas es la persona que está al frente de este estudio que trazó sus primeras líneas hace 19 años. "Primero estuvimos en la calle Sabino Arana durante ocho años y luego nos trasladamos a la plaza José Ramón Aketxe, a un local mayor. El taller va estupendamente, han pasado casi 700 alumnos en todo este tiempo, casi todos del municipio, el 90%, pero también de sitios cercanos como Zamudio, Sopela, Getxo€ ¡Y algunos que empezaron conmigo y continúan!", apunta la profe. Y en estas dos décadas, La vaca pinta aún no había enseñado sus creaciones en Leioa. Así que uno de los asistentes a este taller dijo, durante la cena de Navidad del año pasado, que había que conseguirlo. "Bueno, yo propuse la idea... No era un mandato", sonríe Javi Basáñez, que curiosamente impartió clase a Edurne en el colegio. Ahora, los papeles se han intercambiado.

El caso es que se movieron y Kultur Leioa les dio el ok. "Me pareció más bonito poner un tema común porque la gente lo va a disfrutar más. Incluso, ellos, creando, iban a hacer cosas nuevas y así uniformizábamos algo", comenta la directora de La vaca pinta. "Me surgió la idea de la lluvia porque aquí llueve mucho, y la lluvia es muy poética y abarca todas las vertientes: desde la alegría a la tristeza. No necesariamente había que hacer lluvia física. Cada uno, interiorizó el término y creó su propia obra en ilustración, carboncillo, lapicero, acuarelas, collages, acrílicos... Incluso, en poemas. También queríamos que hubiera instalación y, entonces, los paraguas tenían que estar presentes; están todos intervenidos", describe Edurne.

Por todo ello, en la sala de exposiciones de Kultur Leioa hay paisajes bilbainos empapados, hay nubes de colores, hay hojas de árboles con gotitas, hay niños chapoteando en charcos... De hecho, muchos de los alumnos más txikis del estudio, que también forman parte de esta muestra, optaron por retratar esa maravillosa experiencia de ponerse las botas de agua y saltar en los pocitos urbanos.

"Esperamos que todo el mundo la disfrute, la hemos hecho con mucho cariño y hay mucho trabajo detrás. También queremos demostrar que hacemos obras con calidad", resalta Edurne. En efecto, brillantez y esfuerzo se aúnan en esta exhibición artística realizada en el rarísimo año de la pandemia, con un coronavirus que ha conjugado los sentimientos a flor de piel, con las economías magulladas, los golpes a la cultura... "Cerramos en marzo y trabajamos desde casa. Yo les mandé propuestas, sobre todo a los niños, para mantenerlos ilusionados, y a mitad de mayo pude sacar unos grupitos solo para adultos, porque ellos además estaban preparando la exposición, que la teníamos asegurada desde febrero. En septiembre, todos quisieron volver, tuve que poner lista de espera y crear grupos muy pequeños y no ha habido ningún afectado", repasa Edurne.

Espe Rubio es una de las setenta personas que actualmente forman parte de esta familia de La vaca pinta. "Yo llevo ya tiempo ilustrando, pero cuando me apunté al taller ya me di cuenta de que era lo que me motivaba. Me he formado de manera autodidacta y estoy en la asociación de ilustradores de Euskadi, pero en el estudio he crecido como artista y como persona. He encontrado amistades que comparten mi pasión, aprendo de ellos y me aportan mucho", sostiene. Javi Basáñez es otro de los artistas. "Vas aprendiendo, ves lo que hacen los demás, ves a gente buenísima. También te animas a ir a museos y ver exposiciones. En el taller el tiempo se pasa volando. Relaja, te evades de todo lo demás, creas, es cultura€", reflexiona.