UN coloso de 59 metros de altura se eleva hasta el cielo en Urduliz. El sol perfila una silueta perfecta de la que sobresale brillante, impoluta, una flamante fachada acristalada. La Torre Urduliz, el emblemático rascacielos de Uribe Kosta, ha recuperado su brillo y esplendor. Antigua sede de Mecánica de la Peña y emblema de un glorioso pasado industrial, resurge de sus cenizas con el objetivo de erigirse en motor de la actividad económica en la comarca y en Bizkaia. El que fuera techo de Uribe Kosta, situado en la avenida principal de Urduliz, permite otear el horizonte hasta el Cantábrico. Después de un proceso de rehabilitación iniciado en julio de 2016, ahora ultima los detalles para abrir sus puertas oficialmente -la inauguración se retrasó por la pandemia- convertido en un edificio de “excelencia empresarial, energética y sostenible”, según destacan los responsables de su gestión, a cargo de la sociedad Urdulizko Industrialdea, S.A., participada por el Gobierno vasco (Sprilur) y la Diputación Foral de Bizkaia (Azpiegiturak).

El complejo abarca una superficie de 7.907,15 metros cuadrados y se eleva sobre catorce plantas cuya transformación y modernización ha supuesto una inversión que ronda los seis millones de euros. Incorpora tecnologías innovadoras y aplicaciones de alta eficiencia energética, sostenible y medioambiental. “Es uno de los edificios más autosuficientes de Euskadi por la geotermia que hemos incorporado y la energía fotovoltaica”, subraya Asier San Nicolás, gerente de Urdulizko Industrialdea.

Oficinas

De sus catorce plantas, una docena están destinadas a oficinas que disponen de aseos en cada piso y ocupan una superficie total de 4.848 metros cuadrados. “Cada una de las oficinas se adapta a la medida de las necesidades específicas de las empresas”, explica San Nicolás. En este sentido, ofrece espacios modulares compartidos desde 45 hasta 540 metros cuadrados. Precisamente, Diputación y Telefónica han anunciado recientemente que abrirán en el primer semestre de 2021 el innovador campus de programaciónpara el que emplearán cinco plantas del complejo y tendrá capacidad para 600 estudiantes y cerca de 2.000 ordenadores. Además, otras muchas empresas de diversos sectores como la ingeniería, la importación y exportación o de consultoría se han interesado ya por alojarse en el complejo.

Por otro lado, la planta baja consta de un espectacular vestíbulo de acceso de 167 metros cuadrados donde se ubican las zonas comunes y las oficinas de Urdulizko Industrialdea, así como de una sala de reuniones para alquilar de 50 metros cuadrados. Además, el edificio cuenta con dos ascensores, una escalera principal y otra de emergencia que proporcionan acceso a cada planta. La entrada a cada una de ellas se realiza mediante tarjeta magnética.

Construido en 1967-1968 para acoger las oficinas y despachos de Mecánica de la Peña, la crisis del sector hizo que cerrase sus puertas en 1999. En 2002, Azpiegiturak y Sprilur fundaron Urdulizko Industrialdea para dar forma a un nuevo proyecto tras la liquidación de la entidad. “La sociedad que gestiona la Torre surge precisamente para solucionar un problema social. Se puso en valor los bienes que tenía la empresa y se invirtió para volver a generar actividad económica”, detalla San Nicolás. Posteriormente, en 2016 se inició la primera fase de rehabilitación con la consolidación y reforma de la envolvente exterior del edificio y en 2018 la segunda con la obra de equipamiento y acondicionamiento interior.

Por último, la Torre Urduliz, que mantiene su armazón pero adaptado a los nuevos tiempos, tras observar durante décadas el desarrollo de Uribe Kosta, afronta ahora una nueva era poniendo el foco en el desarrollo del área empresarial de la comarca. De este modo, el rascacielos de Urduliz emerge de nuevo para convertirse en el faro que guíe el desarrollo económico tan imprescindible en estos duros momentos.

El edificio, que mantiene su armazón original, mide 59 metros y está distribuido en 14 plantas, de las cuales una docena son para oficinas