- El carrusel de cancelaciones de fiestas estivales continúa su amargo recorrido por Bizkaia y, en esta ocasión, le toca a las de Plentzia. El Ayuntamiento y la comisión responsable de su organización hicieron oficial ayer que no habrá celebraciones en verano, ni siquiera por San Antolín, que tiene lugar entre finales de agosto y principios de septiembre. Se funde a negro el colorido de los festejos patronales y de los barrios; también se apaga la pasión que despierta El Carmen en la villa marinera y la alegría que estaba ya más cerca: la de la curiosa sanjuanada que tiene lugar en el municipio.

"La prioridad son las personas y su salud. Ante la situación sociosanitaria generada por el coronavirus, creemos que es el momento de actuar con responsabilidad, así que esta es la decisión correcta y seguiremos trabando por unas fiestas sin parangón", afirman desde Plentziako Jai Batzordea, un colectivo de doce personas que está detrás de todos los diferentes actos festivos en el calendario, incluido el concurso de putxeras que tenía previsto animar la villa el pasado 14 de marzo. Este certamen gastronómico y festivo fue el primero que se cayó de los planes en Plentzia; el virus ya estaba pululando a sus anchas y el día 15 empezó el confinamiento puro y duro. Meses después, tampoco habrá celebraciones en la localidad de Uribe Kosta. "El Ayuntamiento de Plentzia y Plentziako Jai Batzordea han acordado la cancelación de las fiestas estivales, una decisión que afecta a eventos de gran arraigo como El Carmen, y las fiestas patronales de Madalena y San Antolín. También quedan en suspenso citas como San Kristobal (barrio Gatzamine), las fiestas de Saratxaga, los festejos de San Inazio que se concentran en la plaza de la iglesia, y la fiesta de San Nikolas (Barrenkale). Del mismo modo, queda suspendida la tradicional sanjuanada", detalló ayer el Consistorio. "Realmente lo que más nos interesan son las personas. Prima la salud sobre cualquier otra cosa. Es una decisión difícil que nos ha costado mucho tomar pero que es necesaria en cualquier caso", insisten desde la comisión de fiestas.

Así que la sanjuanada que nace de la ría en Plentzia, que tiene su akelarre y sus sorginak, no se encenderá el próximo 23 de junio; tampoco protagonizará su ferviente procesión marítima la Virgen de El Carmen el 15 de julio; no habrá toro de fuego en las noches cálidas de Plentzia, ni refrescante cóctel en Madalenas y San Antolín. Eso sí, se intentarán organizar actos que sustituyan de algún modo a las celebraciones canceladas. "Entendemos que a lo largo del verano, según se vayan abriendo fases, se pueda hacer algo", adelantan desde la comisión de fiestas. "Ayuntamiento y Jai Batzordea seguiremos colaborando y trabajando en alternativas para tratar de que la fiesta, de una u otra manera, esté presente en las calles de Plentzia. A medida que se acerquen las fechas, si el escenario sociosanitario lo permite, y siempre a expensas de lo que establezcan las autoridades, se estudiará poder organizar alguna actividad o festejo", corrobora el equipo de gobierno local.