Esta es la presentación de un evento que no será. Umore Azoka debería empezar hoy. Por delante, hasta el domingo quedarían más de cien actuaciones de artistas de la calle por diferentes escenarios al aire libre de Leioa. Umore Azoka tendría que haber hecho reír a unas 40.000 personas durante cuatro días, pero el coronavirus se ha cargado la edición de este año, al igual que todas las fiestas estivales de la localidad, tal y como confirmó ayer el Ayuntamiento.

“Aunque continuamos avanzando en la desescalada, la celebración de actos multitudinarios sigue suponiendo un riesgo alto de contagio, por lo que la decisión más responsable también ha sido la más difícil de tomar: la suspensión de las fiestas. Es una medida adoptada por responsabilidad y anteponiendo la seguridad de la ciudadanía”, señalaron desde el Consistorio. La partida presupuestaria correspondiente a las celebraciones de San Juan se destinará a la reactivación económica y a atender situaciones de emergencia, originadas por el covid-19, entre los colectivos más vulnerables. No habrá, por lo tanto, txupinazo de San Juan, ni bingo en Txopoeta; no habrá máscaras en Lamiako ni tampoco tortillas en San Bartolomé… Y, tal y como se anunció ya el 14 de abril, no habrá Umore Azoka. La feria no alzará hoy el telón urbano y durante estos cuatro días, el municipio no sonreirá con los artistas de la calle. Así que el vigésimo primer cumpleaños de esta veterana cita tendrá que esperar hasta 2021. No habrá en este mayo enfermizo teatro en el bulevar de La Avanzada, tampoco circo en Ikea Barri; no habrá música en José Ramón Aketxe; ni danza en la zona del Ayuntamiento. Es en este último punto donde iba a actuar Eva Guerrero, vecina de Leioa que baila con su compañía Doos Colectivo. Acumula cuatro años siguiendo el ritmo de Umore Azoka, la feria de su casa, haciendo de ella un escenario para sus pies en movimiento artístico. “Es un evento que gusta en el municipio. La gente no suele ir a teatros por muchos motivos, pero cuando se encuentra las artes escénicas en la calle se engancha. Umore Azoka lleva muchísimos años y es todo un acto en Leioa, al mismo nivel que otros. Yo tanto cuando he sido público como artista, he visto en distintos lugares y a diferentes horas a muchísima gente asistiendo a algún espectáculo. La danza es algo minoritario, pero cuando estamos en la plaza del Ayuntamiento, que suele ser el espacio para la danza en Umore Azoka, hay mucho público”, comenta Eva.

Así que las calles, semivacías en estos días, estarán desiertas de creación, de ese talento para interpretar, para despertar carcajadas, para sorprender con la magia, para impresionar a los niños, para emocionar con la danza… Las 43 compañías ya habían sido seleccionadas, y entre ellas, había hasta una de Kenia y otra de Japón. Por supuesto, las vascas eran las que tenían la alfombra roja, pues esta feria es todo un referente de la producción con genética de Euskadi. Ahora todo el sector cultural está tocado. “Generalmente, somos la parte que peor lo suele tener, por la consideración que hay hacia la cultura; no somos de primera necesidad, ni de segunda, ni de tercera; estamos en la cuerda floja constante. Nuestro trabajo es muy precario y ahora lo van a precarizar más”, opina Eva. En su caso, ha sufrido cuatro cancelaciones de abril a junio y en septiembre tenía programada una incursión internacional en Canadá, que aún no ha sido suspendida oficialmente. “Pero he tenido suerte porque en enero y febrero tuve cinco actuaciones”, apunta Eva.

Sin risas. La vigésimo primera edición de la Umore Azoka tendría que empezar hoy. Ya habían sido seleccionadas 43 compañías para actuar hasta el domingo. Pero el pasado 14 de abril se anunció su cancelación.

Eva Guerrero. La leioaztarra Eva Guerrero iba a estrenar su espectáculo de danza ‘Gorpuztu laburra’ en la feria de artistas de la calle. Su compañía Doos Colectivo lleva cuatro años actuando en la Umore Azoka.

Sin fiestas e verano. El Ayuntamiento de Leioa hizo público ayer que se suspenden todas las fiestas estivales, desde las patronales de San Juan a las de los barrios. La partida presupuestaria correspondiente a las celebraciones patronales se destinará a la reactivación económica municipal y a atender situaciones de emergencia, originadas por la pandemia, entre los colectivos más vulnerables.