gorliz - El último restaurante que quedaba en pie en la playa de Gorliz será finalmente derribado. El Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la demarcación de Costas del País Vasco, precintó ayer el asador Hondartzape debido a su inminente demolición. Un derribo que los dueños del establecimiento habían tratado de evitar por todos los medios en una batalla judicial que se ha prolongado en el tiempo a lo largo de la última década. Una demora que, además de por el litigio legal impulsado por los dueños del negocio, también se ha debido -según ha podido saber este periódico- a la falta de presupuesto para acometer las labores de derribo del anterior ejecutivo español.

Con el cierre del local para su demolición se acaba con el último bastión hostelero sobre la playa de Gorliz. El asador Hondartzape llevaba ubicado allí más de tres décadas siendo un referente de la cocina artesanal con su destacada parrilla tradicional. La amenaza de derribo, aunque pospuesta en el tiempo, estaba prevista ya cuando se aprobó el proyecto inicial de acondicionamiento y ordenación de las playas de Gorliz que comenzó a realizarse en 2007 y que recogía la demolición de los seis locales hosteleros que se ubicaban a pie de la playa de Gorliz.

Una medida que se ratificó posteriormente cuando el -por aquel entonces- Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, declaró el 25 de febrero de 2013 la extinción de la concesión otorgada por orden ministerial de 17 de noviembre de 1944 de ocupación de terrenos de dominio público marítimo-terrestre para instalar un merendero en la playa de Gorliz. Ya entonces el Ministerio declaró que procedía “llevar a cabo el levantamiento de las obras e instalaciones del asador Hondartzape a la mayor brevedad, toda vez los riesgos que supone para la Administración la existencia del citado edificio en la playa”.

De este modo, la presencia hostelera en el arenal gorliztarra ha ido desapareciendo paulatinamente. El primer derribo que se produjo fue el del restaurante Rober y al inicio de la obra, en 2007, le siguieron los locales de La Fragata, Guztio bat y Haizea, después de llegar a un justiprecio con los titulares de la licencia. En cambio, los responsables del Ministerio no pudieron acordar un importe con los regentes del Marítimo, demolido en 2014, ni del Hondartzape, que han luchado por su negocio hasta el final, incluso reconstruyéndolo cuando resultó afectado por un maretón y ya pendía la espada de Damocles sobre sus muros.