Acaba de cumplir un año dedicándose profesionalmente a la fotografía. A sus 33, la berriztarra afincada en Durango, Leire Unzueta, se muestra satisfecha de la decisión tomada. Licenciada en Traducción e Interpretación, en 2019 decidió dejar de impartir clases de inglés en diferentes empresas para centrarse exclusivamente en lo que realmente le apasiona. "Pasaban los años y me daba cuenta de que el trabajo, aunque se me daba bien, no me motivaba. Llevaba tiempo dándole vueltas y decidí intentar dedicarme a la fotografía. Fue una decisión complicada porque vivir del arte es muy difícil; y más aún, con la situación que estamos viviendo", reconoció orgullosa del camino tomado.

Desde niña, Leire mostró especial interés por la fotografía. Con cariño recordó su primera cámara de carrete que le acompañó hasta los 18 años, cuando la perdió en un viaje a Túnez. "Me la dejé olvidaba en un autobús; fue una pena", lamentó con nostalgia. Fue un regalo de sus padres que recibió con apenas diez años; aquella máquina le guiaba en todas las excursiones que realizaba con la ikastola. "Un día fuimos a Gaztelugatxe, mi aita vio las fotos y me dijo que tenía buen ojo. Curiosamente no hacía retratos a los amigos, sino de los sitios visitados", repasó la que hoy se ha convertido en experta en fotografía paisajística.

Algunos de sus trabajos han sido publicados incluso en India o Nueva York. Las míticas pantallas de Times Square ilustraron paisajes fotografiados por la berriztarra. Además, una galería de la Gran Manzana también expuso sus instantáneas. En la actualidad, sus fotografías se distribuyen en diferentes bancos de imágenes y diferentes clientes interesados pueden comprarlas. "Fue curioso cómo en el confinamiento me encontré una foto mía en un anuncio de los álbumes Hoffman. Era una chica en la cama y me di cuenta de que le habían cambiado el color de la sabana. La verdad es que te hace ilusión ver tus trabajos", reconoció, añadiendo que "la fotografía se ha convertido en una forma de vida". Dedicándose a los paisajes, los bosques son su especialidad. Curioso también cómo una fotografía suya ha servido para ilustrar la portada de un libro italiano. "Encontré una foto mía de bosques en un libro que se vendía en Amazon Italia. El autor se puso en contacto conmigo y me mandó su libro y yo la fotografía", explicó valorando positivamente lo ocurrido.

En la actualidad, los talleres que imparte Leire también son muy demandados por los amantes de la fotografía. Durante ocho horas, hay tiempo para la práctica, teoría y edición. Las sesiones cobran especial interés ya que se llevan a cabo in situ en diferentes bosques de Bizkaia, principalmente, visitando lugares como Gorbea o Urikola, entre otros. En este sentido, se organizan grupos reducidos de cinco personas y las condiciones meteorológicas también deben acompañar. "Las fotografías se sacan por la mañana en días medio lluviosos y con niebla. La idea es recuperar los talleres en otoño", adelantó deseosa de volver a impartir las atractivas clases.

Sin separarse nunca de su cámara, Leire mira con optimismo al futuro. Deseosa de llevar a cabo trabajos relacionados con el turismo, ultima los detalles de su próximo proyecto. Bajo el título Paseos fotográficos, serán jornadas dedicadas especialmente a visitantes o personas que no conozcan Bizkaia en profundidad con el objetivo de que puedan visitar lugares atractivos donde inmortalizar estas experiencias con sus cámaras.

Dedicándose también a las bodas, la pandemia se llevó por delante numerosos compromisos adquiridos que se han pospuesto para el próximo año. Con el fotógrafo estadounidense Steve McCurry como referente, Leire reconoció que "el ser mi propia jefa me encanta" y además, "el poder hacer lo que realmente me gusta me ha cambiado la vida". No se arrepiente de haber cambiado la lengua de Shakespeare por las panorámicas.

"Dedicarme a la fotografía fue una decisión difícil, vivir del arte es complicadísimo"

"El hacer lo que me gusta, me ha cambiado la vida"

Fotógrafa