Durango - A sus 64 años, la durangarra Carmen Merayo presenta su primera exposición individual en la sala Ezkurdi de la villa. Con protagonismo para el óleo, la muestra recoge cerca de medio centenar de variados cuadros que podrán verse hasta el domingo. “La pintura me gusta de toda la vida. Es una gran satisfacción ver cómo de un lienzo en blanco soy capaz de crear mis trabajos”, explicó orgullosa la artista que lleva cerca de tres décadas disfrutando de este hobby.

En lo que a sus inicios se refiere, Carmen recuerda con cariño que estaba embarazada de su hijo Mikel cuando inició sus primeras clases en un curso municipal que se impartía en Pinondo Etxea. De la mano del pintor y profesor Fernando de Vicente, con quien hoy también recibe sus consejos semanales, empezó su camino artístico. “Llevo casi treinta años ligada al mundo de la pintura y mientras pueda seguiré disfrutando con ello”, aseguró convencida.

A la hora de elegir las obras para su exposición, Carmen Merayo realizó una selección de sus cuadros favoritos con el propósito fundamental de hacer un pequeño recorrido a través de las pinturas que mejor pudieran resumir su consolidada trayectoria. Así, 46 óleos, con protagonismo para los paisajes, retratos, flores y bodegones, cuelgan de las paredes del espacio cultural durangarra. Además, la exposición recoge una pequeña muestra con otras técnicas que practica como dibujos a plumilla, spray o tiza pastel. “Me encanta probar todo tipo de técnicas y no me cierro a nada. Soy de las que me gusta aprender cosas nuevas y en el mundo de la pintura por supuesto que también”, aseguró con ganas de seguir formándose. Del medio centenar de óleos que pueden presenciarse, destacan los paisajes. Además de varios rincones de Durango, Carmen presenta en sus lienzos espacios como Mugarrikolanda, San Juan de Gaztelugatxe, El Bierzo -lugar donde nació y se crió su marido José Antonio-, Donostia, Zumaia, Castro Urdiales o El Escorial, entre otros lugares. De los retratos expuestos, figuran sus hijos, Mikel y Leire, y sobrinos.

Con una media de dos meses para la elaboración de cada cuadro, Carmen acude los martes y jueves por la tarde a las clases que recibe en los bajos de Ezkurdi junto a otros aficionados a la pintura. “Para hacer algo creativo debemos perder el miedo a equivocarnos. Hay diversidad de gustos a la hora de elegir los cuadros favoritos pero a la gran mayoría le llama la atención el colorido que hay”, puntualizó satisfecha con las criticas recibidas.

Integrante de la Asociación Artística del Duranguesado desde hace cuatro años, Carmen reconoce que “es bonito poder compartir con otras personas tus aficiones”. En este sentido, lleva tiempo intentando convencer a su marido para que se anime también a pintar con ella. Y es que recién jubilado, “le regalé un maletín de óleos pero no se decide y creo que es el miedo a empezar. Lo que sí conseguí es que se animara a bailar”, apuntó entre risas la polifacética durangarra.

Hasta el domingo Los interesados en contemplar sus trabajos podrán hacerlo hasta el próximo domingo en la Sala de Exposiciones Ezkurdi en horario de 18.00 a 20.00 horas hasta el viernes y el fin de semana de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 20.00 horas. “De momento quiero seguir pintando y si algún día tengo muchos cuadros sin exponer tampoco descarto hacer otra exposición”, zanjó satisfecha con la experiencia de su primera muestra de carácter individual.