A limpieza de la ciudad y lo verde del paisaje vasco son algunas de las cosas que más llaman la atención a los cruceristas que realizan su visita fugaz a Bilbao. "We will be back Bilbao", lanzó con efusividad, John, un inglés que visitó ayer lunes la capital vizcaina y que llegó a bordo del barco Spirit of Aventure. "Me parece una ciudad muy interesante y también muy limpia", enumeraba entre sus impresiones de camino al autobús que le devolvería al puerto de Getxo desde donde zarpó el buque por la tarde-noche. Quienes llegan en barco a Bilbao lo hacen con muchas ganas de ver la ciudad y de conocer su cultura. Se trata de una corta, pero intensa toma de contacto con una urbe que en esta Semana Santa ha recibido con los brazos abierto a miles de turistas que han llegado en barcos como ayer el Spirit of Aventure, a Getxo, o a Santander, como el lujoso Le Champlain. Solo había que darse una vuelta por las inmediaciones del Museo Guggenheim para comprobar el constante ir y venir de grupos de turistas que en apenas cuatro horas intentaban impregnarse de nuestra esencia. "Llevamos dos semanas muy intensas. Es una maravilla todos los cruceristas que nos han visitado", confesó con satisfacción Mabel, una guía turística de Bilbao.

Laura Díez, de la empresa de recepción de turistas Bilbao Paso a paso, fue una de las encargadas de recibir a uno de los tres grupos que llegaron a Santander en barco y visitaron la villa por la tarde. El lujoso crucero Le Champlain, que debe su nombre al explorador francés Samuel Le Champlain, cuenta con una sala submarina multisensorial y es el segundo de una serie de seis unidades gemelas de la compañía francesa Ponant. Se trata de un pequeño buque de ultralujo, un híbrido entre un crucero y un yate, de 131 metros de eslora y con capacidad para 170 pasajeros, aunque llegó a Santander con algo menos de un centenar de personas a bordo.

Repartidos en tres grupos, los turistas, en su mayoría americanos, pudieron disfrutar por la tarde de la esencia de la ciudad, visitando en primer lugar el Museo Guggenheim y, posteriormente, callejeando por la zona histórica de la ciudad. "Llegan con el tiempo justo y por eso intentamos mostrarles lo esencial para que tengan una visión global". La mayoría de los visitantes muestran su intención de volver más pronto que tarde para disfrutar con más tranquilidad de los rincones que esconden la villa, de su cultura y, sobre todo, de la gastronomía que tanto les llama la atención. "Bilbao es una ciudad limpia y en la que se come muy bien", comentaba Jack, antes de subir al autobús que le esperaba en la parte trasera del Museo Guggenheim.

En estas visitas de horas es necesario aprovechar el tiempo al máximo. Por eso, en el trayecto en autocar de hora y media desde la ciudad vecina los responsables de dirigir a estos grupos se encargan de explicarles la historia de una ciudad con raíces industriales como Bilbao, su transformación y desarrollo hasta convertirse en una urbe turística. La primera parada la realizaron en las inmediaciones del Museo Guggenheim donde pudieron disfrutar de la exposición Motion Autos Art Architecture"La muestra de Foster la han podido visitar de manera individual", aclaró Díez.

Tras algo menos de media hora para hacer compras en la tienda del museo, los tres grupos del crucero francés Le Champlain pudieron disfrutar de la zona antigua de la ciudad. ".Aunque el tiempo es muy ajustado siempre les gusta tener tiempo libre para hacer unas compras", apuntó la guía de la agencia de receptivo, Bilbao Paso a Paso. Una vez en el Casco Viejo, el grupo de americanos entre los que también había algunos mexicanos hicieron parada obligada en la céntrica Plaza Nueva. Fue ahí donde Laura introdujo al grupo en el nacimiento de la ciudad, en su historia medieval y en la creación de las Siete Calles. "El Casco Viejo no falla en estas visitas con tan poco tiempo y les gusta mucho", apuntó. Los cruceristas del Le Champlain pudieron aprovechar un poco más el tiempo en Bilbao ya que la naviera les permitió alargar media hora su tiempo en la ciudad. "Lo bueno es que el barco, aunque ha hecho escala en Santander, zarpa desde el Puerto de Getxo rumbo a Francia", concluyó la guía.

"Los cruceristas llegan con poco tiempo, pero intentamos mostrarle lo esencial de la ciudad"

Guía turística

"Bilbao es una ciudad muy interesante y limpia. Volveremos pronto"

Turista inglés

"Llevamos dos semanas muy intensas en cuanto a cruceristas; es una maravilla"

Guía Turísticas