El futuro parque de elementos industriales que recuerde la historia de la isla de Zorrotzaurre ya atesora su primera pieza, una grúa de 20 toneladas. Una elegante pieza que sumados su cuerpo inferior y la espigada pluma supera los 30 metros de altura que se ha instalado al lado de uno de los edificios de Cadenas Vicinay que ha pervivido.

El Plan Especial de Zorrotzaurre prevé dentro de sus intervenciones en los espacios públicos aprovechar parte del material industrial que utilizaba la multinacional en producción de cadenas para crear una muestra que recordara tanto la presencia de Cadenas Vicinay en la antigua península como de otras empresas que funcionaron allí durante el pasado siglo XX.

La Junta de Concertación de Zorrotzaurre (JCZ) encargó el diseño de este parque público que estará compuesto por diferentes piezas peculiares que la propia multinacional se encargó de guardar. Son metros y metros de cadenas con tamaños diferentes de eslabones, molinetes que permitían moverlas, una torre vigía y dos grúas que se utilizaban para cargar en los barcos que atracaban en el aún Canal de Deusto su producción internacional.

La ubicación de todas estas piezas estaba prevista en un principio en diferentes parques y jardines de la zona central de Zorrotzaurre, a la cual aún le quedan varios años para que tengan sus solares vacíos con el desarrollo de la Unidad de Ejecución 2.

Sin embargo, los planes no siempre salen y la restauración de la grúa grande se ha adelantado. Según explica Juan Carlos Sinde, director de la JCZ responsable de la urbanización de los espacios públicos de la isla, "la tuvimos que mover de su posición original ya que ocupaba un espacio que necesitamos para la urbanización de la punta sur".

Y como no podían trasladarla al punto inicialmente previsto se determinó buscarle otra ubicación, en la que pudieran encajar por filosofía, en concreto al lado de los antiguos almacenes de Cadenas Vicinay un edificio diseñado por el arquitecto Ricardo Bastida en 1946. Un bloque que tiene su futuro asegurado, ya que será restaurado por el Gobierno vasco para albergar próximamente la sede del Tknika, el Centro de Investigación e Innovación Aplicada de la Formación Profesional.

La intervención, que ha supuesto un desembolso de 260.000 euros, ha supuesto el desmontaje de la grúa de su ubicación, su traslado y una cimentación profunda debido a su peso y a la altura de su pluma que se eleva por encima del tejado del edificio colindante. Todos los elementos que quedaban han sido limpiados y reacondicionados junto con una pintura amarilla reluciente, que recuerda a la original ha quedado lista para su exhibición, aunque solo sea desde la distancia ya que, de momento, la zona tiene el paso restringido.

La que sigue en su lugar es la otra grúa que ahora está rodeada por los taludes generados para albergar las calles que delimitan ese solar. "Permanecerá en su sitio original sin tocar mientras no sea necesario moverla a la ubicación que se ha previsto tras ser restaurada", aclaraba Sinde.

Lo restaurado de la grúa grande no es el total de la maquinaria que quedó cuando Cadenas Vicinay dejó la pieza y trasladó su factoría a Sestao. Diversas acciones de ladrones y vándalos la dejaron sin algunos elementos importantes de la maquinaria, según denunció en marzo de 2019 la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública. El expolio se produjo en días de diferentes y la Policía Municipal levantó atestado de los robos tras las denuncias de la asociación.