La Audiencia Provincial de Bizkaia acogerá desde este viernes el juicio por el asesinato . Cinco personas serán juzgadas por su implicación en esta muerte que se produjo en plena calle Zabala en octubre de 2019. Las personas que se sentarán en el banquillo serán juzgadas por un tribunal popular cuya elección se llevará a cabo a lo largo de este viernes. Será el magistrado, Juan Mateo Ayala, el encargado de presidir este juicio que se prolongará hasta el próximo 9 de marzo.

En dos semanas están llamados a declarar una larga lista de testigos -algunos protegidos- agentes de la Ertzaintza, forenses y también psicólogos... Cinco personas -cuatro hombres y una mujer- son los implicados presuntamente en la muerte de D.G, quien falleció víctima de varios disparos, uno en la espalda y otro en la cabeza, realizados con varias escopetas.

El fiscal pide 25 años de cárcel para dos de los cinco acusados en este suceso. Se trata de L.D.D y de J.DJ. (padre e hijo) -quienes, según se relatan en los hechos- fueron las dos personas responsables de asestar los tiros a la víctima; después, ambos abandonaron a pie el lugar del suceso. El fiscal les acusa de dos delitos, uno asesinato con alevosía con pena de 16 años de prisión para cda uno y, el otro, de asesinato con alevosía en grado de tentativa, con una pena de 8 años.Compartido a través de WhatsApp

Los hechos que se juzgan se produjeron en plena calle Zabala y, a través de las imágenes grabadas por un vecino, el instante posterior al crimen fue visto y compartido a través del WhatsApp por miles de personas. En esos vídeos se ve cómo la víctima yacía en el suelo auxiliada por un familiar, mientras los autores del disparo, padre e hijo, se alejaban del lugar con calma y portando aún las dos escopetas con las que se realizaron los disparos.

Dos clanes enfrentados El enfrentamiento entre dos familias a causa de los celos fue la principal de las hipótesis que manejaron los investigadores como desencadenante de la muerte del hombre. En aquel momento la Ertzaintza detuvo a dos hombres de una misma familia como presuntos autores del crimen; a L. D.D., que entonces tenía 70 años y, a J. D.J., de 37 años, su hijo, quienes se confesaron autores del crimen de D. G. de 45, en las primeras declaraciones ante la Ertzaintza.

Tras disparar en la cabeza con una escopeta de postas sobre la víctima a las 14.40 horas de la tarde a la altura del número 17 de la calle Bruno Mauricio Zabala, los dos presuntos autores del crimen, el padre y el hijo, buscaron refugio en su domicilio, ubicado en el quinto piso del número 8 de la misma vía, a pocos metros donde fueron detenidos presuntamente por ser los causantes de la muerte. Ambos se entregaron sin oponer resistencia.

Al parecer, dos matrimonios de estas familias, de etnia gitana, mantenían una estrecha relación hasta que uno de los hombres mantuvo una relación amorosa con la mujer del otro. Al enterarse de lo ocurrido, el marido engañado le dijo al otro que no pisaran el barrio ni él ni ninguno de sus familiares. Sin embargo, el hermano del hombre a quien habían prohibido acudir allí se acercó por Zabala, por lo que, al verlo, se generó una importante discusión entre un grupo de personas que amenazaron y tiraron objetos al coche de la víctima. La discusión acabó en tragedia.

La víctima estaba acompañada por varias mujeres, que intentaron auxiliarle colocándole ropa sobre la herida en la cabeza en medio de un gran charco de sangre, y que tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios a causa de ataques de ansiedad.

La tragedia se desencadenó alrededor de las dos y media de la tarde, un momento de gran trasiego en la zona. La familia de la víctima juró venganza. El suceso generó una gran consternación en la zona y la propia asociación vecinal Sanfran Auzokideak de Bilbao lamentó "profundamente" el asesinato y planteó si era necesario llegar a un crimen de estas características para que las instituciones pongan fin con la inseguridad en el barrio de San Francisco. Con el inicio del juicio las dos familias volverán a verse las caras, aunque hoy, tras la constitución del jurado popular, se tomará la decisión si el juicio se desarrolla a puerta cerrada, para evitar cualquier enfrentamiento entre los dos clanes.