El servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación de Bizkaia está preparando la documentación técnica y jurídica “necesaria” para iniciar un expediente sancionador a los propietarios del edificio Molinos Vascos de Bilbao, en un estado de “deterioro constante” y que precisa una actuación “urgente”, según concretó la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Lorea Bilbao, en una comparecencia en las Juntas Generales.

El edificio ubicado en el barrio bilbaino de Zorrotza fue construido en 1923, albergó la antigua fábrica de la Sociedad Grandes Molinos Vascos y es una de los ejemplos más importantes del patrimonio industrial vasco.

Bilbao concretó que la institución foral no ha recibido ningún plan de rehabilitación de sus dueños, pese a que se les solicitó que lo presentaran antes de finalizar 2021. Por ello, ha decidido actuar y analizar incluso la posibilidad de “presentar una orden de ejecución directa”. Además no se ha recibido “ninguna oferta” de la propiedad para poder adquirir un edificio emblemático por ser el primero industrial construido en hormigón y cuenta con los silos más antiguos del Estado. De hecho está registrado como Bien Cultural Calificado, con la categoría de Monumento, en 2009.

La diputada también desveló que esta misma semana la Diputación ha recibido un escrito de los propietarios en los que se “solicitaba una ampliación del plazo” para presentar una propuesta formal, aunque sin que se concretara hasta cuándo. Los servicios técnicos forales “están analizando” si esta demora podría tener consecuencias en el deterioro del edificio y en los distintos pasos que se deben dar para apuntalar el inmueble y que ya se hicieron públicos en varios informes. Pese a que la Diputación aún no tiene “nada”, el hecho de que la propiedad haya pedido una prórroga denota, en su opinión, “un interés por abordar el problema”, aseguró la diputada.

Bilbao confió en que el asunto “se desactivará en un breve plazo de tiempo”, si bien ha precisado que la Diputación “no puede saltarse los pasos de la parte técnica y jurídica”.

La responsable foral eludió pronunciarse sobre el contenido futuro que pueda albergar el edificio. Según apuntó, “no es momento de hablar del Itsas Museum o de la navegabilidad de la Ría”, si bien admitió que existe un debate “con diferentes opiniones” entre administraciones sobre su destino final. -