El parque de Doña Casilda recuperó ayer miércoles el Día de la Memoria tras un año de parón a causa del coronavirus. Una delegación de la Diócesis de Bilbao, encabezada por el obispo, Joseba Segura, participó en el acto del Día de la Memoria organizado por el Ayuntamiento en la capital vizcaina para recordar a las víctimas de la violencia.

Los miembros de la Iglesia se desplazaron al parque de Doña Casilda de Bilbao, que volvió a ser escenario del acto del Día de la Memoria tras el parón del año pasado por la pandemia del covid-19

El homenaje a las víctimas se celebró ante el monolito situado junto a la pérgola del parque, que reunió a representantes políticos, sociales y religiosos. Segura encabezó la delegación diocesana en la que participó también el responsable del área de Paz y Reconciliación y miembro del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, Galo Bilbao.

En el acto estuvieron también presentes el alcalde Juan Mari Aburto, miembros de la corporación municipal y el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, entre otros. Entre los dirigentes políticos e institucionales también se encontraban el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, al que acompañaba la máxima representante del BBB, Itxaso Atutxa, y el teniente de alcalde Bilbao, Alfonso Gil.

El Día de la Memoria fue instaurado en mayo de 2010 por las instituciones vascas, que eligieron el día 10 de noviembre para esta conmemoración al no haberse producido nunca en esa fecha ningún atentado mortal.