Bilbao está acostumbrada a esperar una media de 356 días para volver a ver a Marijaia. Ahora, debido al coronavirus, los bilbainos llevan esperando 729. La última vez que la capital vizcaina pudo ver su cabello rubio, entre llamas, fue el 25 de agosto de 2019. Desde entonces, las ganas de volver a verla son cada vez más grandes. Sin embargo, aun con ese fuerte deseo latente en todos los corazones, Bilbao se portó de forma ejemplaren la madrugada que hubiera dado el inicio a la Aste Nagusia 2021. La noche se vivió sin incidentes y distó mucho de ser el pistoletazo de salida de unas temidas no fiestas.

El alcalde de la capital vizcaina, Juan Mari Aburto, mostraba días antes un profundo rechazo ante actos de celebraciones multitudinarias con motivo de las no fiestas: "Tolerancia cero con cualquier conducta que ponga en grave peligro la salud".

La Plaza del Gas, El Arenal, Abandoibarra o el parque de Doña Casilda eran los puntos calientes donde se podría haber juntado la gente con el fin de simular el inicio de una Aste Nagusia nuevamente suspendida por la situación sanitaria del covid, pero los bilbainos decidieron seguir esperando y las reuniones fueron mínimas; las mismas que un sábado cualquiera. Fuentes del Ayuntamiento aseguraban que se registraron el mismo número de avisos por botellón, denuncias o detenidos que cualquier otro sábado. En lo que al botellón respecta, en la madrugada del sábado se registraron un total de cinco denuncias por esta práctica.

El gran despliegue policial también influyó en que la noche se sucediera "sin incidencias de consideración" ya que en cada uno de los lugares en los que se podía prever algo de movimiento se encontraba, al menos, una patrulla de policía.

Aunque se desconoce cuál es la dimensión del despliegue policial que el Ayuntamiento de Bilbao ha destinado para asegurar que no se celebren las no fiestas, Aburto desveló que desde el sábado y hasta el día 29 se va a disponer un puesto de mando avanzado compartido entre la Policía Municipal y la Ertzaintza "para poder movilizar los recursos de un lado a otro cuando sea necesario".

Durante los nueve días que dura Aste Nagusia en Bilbao, la Plaza del Gas es uno de los lugares más transitados ya que es punto de subida y bajada a las barracas y bajo sus soportales se reúnen cientos de jóvenes. Vecinos de la plaza atestiguaron cómo durante la noche del sábado una patrulla de la Ertzaintza subía y bajaba del parque Etxebarria y "daba varias vueltas en la plaza asegurando que no se hiciera botellón".

Ambiente tranquilo

Los ertzainas que patrullaban el parque de Doña Casilda aseguraron a DEIA que "visto lo visto la noche se prevé tranquila" en relación al poco ambiente que se vivía en las inmediaciones. Apenas cinco grupos de jóvenes disfrutaban de la noche de luna llena con alguna bebida alcohólica sin intención de simular una noche de Aste Nagusia. Los ertzainas reconocían también que "empatar con el Barça no es lo mismo que ganar. Si en vez de 1-1 hubiera sido un 2-1 quizás el ambiente sería diferente".

Los jóvenes lo saben y son conscientes de que hay que esperar. Así lo afirma Diego Zarzosa, quien sin pandemia "estaría los nueve días fuera de casa, solamente iría para comer y dormir para recuperar fuerzas", aunque señala que "ahora no toca salir". "Una de las cosas que más pena me da es que no haya toros, es un ambiente que me gusta especialmente y que solo lo puedo vivir en Aste Nagusia", señala. "Confío en que la gente respete y que el año que viene se pueda salir", declara. En relación a los altercados acontecidos en otros municipios Diego asegura no entender esos comportamientos: "Todos somos mayorcitos para saber esperar. Ni yo ni mis amigos nos planteamos celebrar las no fiestas".

Antes del cierre de bares, en el Casco Viejo y Pozas sí podía verse un ambiente más festivo, con cuadrillas que se reunieron para tomar algo, ver el partido y disfrutar de una noche veraniega de las que en Euskadi no estamos acostumbrados este año. Sin embargo, en cuanto los bares cerraron y la policía despejó la zona, nada hacía recordar que sin covid esa madrugada hubiera sido la primera de Aste Nagusia 2021.

Bilbao está deseando cantar Marijaia bera, gure Marijaia, Bilbora etorri da Aste Nagusira bajo el balcón del Teatro Arriaga, pero ahora es momento de esperar porque solo si se siguen cumpliendo las medidas sanitarias podrá la capital vizcaina volver a cantar a pleno pulmón.