Que ni fiestas ni no fiestas. Así de tajante abordaba Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, el inicio de la que, sin covid, hubiera sido la Aste Nagusia. Bilbao escuchó y se portó.

La primera noche de las no fiestas, que coincidía con el partido de liga del Athletic con el Barça, transcurrió sin incidentes y aglomeraciones en los 'puntos calientes' de la Aste Nagusia como pueden ser la Plaza del Gas, Abandoibarra o el Arenal.

En el parque de Doña Casilda se reunían pequeños grupos de jóvenes, como cada fin de semana, con alguna bebida alcohólica que disfrutaban de la noche de luna llena con buen ambiente y sin disturbios.

El Casco Viejo y Pozas fueron los únicos puntos en los que se vivió más ambiente festivo a colación del partido. Una vez cerraron los bares a la 1 de la madrugada y la gente terminaba sus bebidas en vasos de plástico, las calles se fueron despejando hasta dejar una noche en Bilbao que distaba mucho de parecerse a unas 'no fiestas'.