El coronavirus ha modificado todos los planes previstos para este año. Ayer Bilbao se tenía que haber teñido de una gran marea rosa para dar visibilidad al cáncer de mama. La carrera popular solidaria de cinco kilómetros que cada año organiza con ímpetu e ilusión la Asociación de Cáncer de Mama de Bizkaia (Acambi) se suspendió, al igual que otros eventos multitudinarios. No obstante, las camisetas rosas colgadas en los balcones de la ciudad dieron visibilidad a la causa. Muchos de los que cada año participan en esta cita se calzaron las zapatillas para hacer una ruta especial. Este fue el caso de la presidenta de la asociación, Maite Elorriaga, que aprovechó el buen tiempo para, cómo no, sumarse a la causa. Son tiempos difíciles y aunque el coronavirus esté acaparando todas las noticias, otras enfermedades deben seguir estando presentes. Por ello, el papel que juega la asociación, sobre todo en estos tiempos tan difíciles, es fundamental.Elorriaga recuerda sus inicios con cariño a pesar de las circunstancias. En 2005 le diagnosticaron un carcinoma de mama y en ningún momento se encontró sola. “Estaba en el hospital y a las 24-48 horas una enfermera me dijo que dos chicas querían hablar conmigo. Eran de la asociación y yo siempre tuve en la cabeza que si algún día me tocaba iba a acudir a ellas sin dudarlo, pero no tuve tiempo y se me adelantaron”, expone.

Lleva en el cargo de presidenta desde hace cuatro años y asegura que Acambi le llenó de vida. “Al entrar me encontré con personas con mucha vitalidad. Las vi tan animadas que no me podía creer que hubiesen tenido cáncer. Te dan mucha esperanza porque cuando te lo diagnostican no sabes en qué platillo de la balanza estás, si en las que salen o en las que no”, apostilla.

La ayuda psicológica también ha sido primordial. El camino ha sido menos duro gracias a la psicóloga del centro y, gracias a la recaudación de las actividades organizadas el pasado año, pudieron ampliar las horas para ofrecer apoyo a los familiares directos de las personas afectadas. “A mí me ayudó para saber cómo transmitirles lo que me pasaba a mis padres, que eran mayores”, relata la presidenta. Igualmente, la profesional del centro ha dado formación a las voluntarias para saber cómo deben actuar en cada caso. Por ello, es indispensable que todas hayan sido afectadas. Nadie mejor que ellas para ayudar a mujeres que han pasado por su misma situación. La empatía en este caso es primordial y Elorriaga lo sabe de primera mano. “Cuando entré sentía que me entendían. Ellas habían pasado por mi misma situación porque muchas veces llegas a casa con tu diagnóstico y no puedes sacar tus emociones. Bastante tiene tu familia con asumirlo. Por eso, cuando vienen a la asociación te identificas con ellas y recuerdas lo que te pasó y piensas en qué me vino a mí bien en aquél momento para ofrecérselo a esa mujer”, narra.

Elorriaga venció por segunda vez al cáncer en 2017. Tiene revisiones rutinarias pero la asociación continúa siendo su gran apoyo. Durante el confinamiento siguieron trabajando y no abandonaron en ningún momento a las afectadas por cáncer. No obstante, destaca el miedo de muchas por acudir a los centros hospitalarios por miedo al contagio, lo que puede provocar un retraso en el diagnóstico. “El coronavirus es una cortina más, sabemos que es importante, pero las demás patologías no han desaparecido y tenemos que seguir trabajando en la investigación de la lucha contra el cáncer. Hay que seguir yendo al médico”, reivindica.

Apoyo a la investigación

La carrera solidaria del cáncer de mama es un gran impulso para la investigación que lleva a cabo el equipo de la doctora María del Mar Vivanco del CIC Biogune. Existe amplia información sobre este tipo de tumor que afecta en mayor parte a mujeres, pero también hay casos en hombres. “Tenemos que seguir trabajando y luchando. No nos tenemos que conformar con lo que tenemos porque algún día tenemos que llegar al 100% de mujeres que tengan un tratamiento eficaz desde el inicio”, apostilla. Sin embargo, por el covid-19 no han podido organizar eventos solidarios para conseguir los donativos necesarios para continuar con la investigación y “el dinero se acaba”.

No obstante, y a pesar de que la carrera de este año no se haya podido organizar y cada uno haya visibilizado la lucha contra el cáncer colgando las camisetas rosas en sus balcones, la asociación, como cada año, ha puesto a disposición de la ciudadanía, a través de su web, diversas cuentas para hacer donaciones al dorsal 0000. Estarán disponibles todo este mes y, de esta forma, la investigación continuará. A este objetivo se suma otros dos. La presidenta recuerda la importancia de seguir unos hábitos saludables. “Comer sano y hacer ejercicio es indispensable”, recomienda. Elorrieta no pierde la sonrisa y seguirá ayudando a que otras no la pierdan.