El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha evitado confirmar si se van a realizar grandes eventos como el Bilbao BBK Live -en julio- o Aste Nagusia -en agosto- porque "sería una imprudencia decir que se van a celebrar".

En declaraciones a la SER, ha trasladado a los bilbainos un mensaje de "ánimo y esperanza" porque, a tenor de la información que traslada el departamento de Salud, "estamos un poco más cerca de la fase menos agresiva" del coronavirus.

Sin embargo, ha evitado poner una fecha de cara a levantar las restricciones de los grandes eventos, como el Bilbao BBK Live o Aste Nagusia. "Me encantaría decir que se van a celebrar, pero no lo voy a hacer porque sería una imprudencia", ha señalado.

Aburto ha contado que no usa mascarilla pero sí lleva a mano un equipo de protección individual, "por si fuera necesario utilizarlo".

El Ayuntamiento prepara un plan de salida "progresiva" de esta situación que traerá consigo una crisis social y económica, a la que, ha garantizado el alcalde, "Bilbao va a responder" porque "financieramente estamos en una situación muy favorable".

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Bilbao, desierto por coronavirus

El equipo de gobierno está "readaptando" los presupuestos, porque la recaudación "va a caer de manera importante", y prepara medidas concretas para estimular al sector servicios, hoteles, hostelería y comercio, y también al cultural.

El alcalde ha adelantado que retocará las tasas municipales y pondrá especial atención en personas en exclusión social y mayores. Se han repartido alimentos básicos a más de 9.000 familias.

Sobre la situación en las residencias de Bilbao, Aburto asegura que ni Diputación ni los responsables de los geriátricos le trasladan que haya situaciones de "preocupación especial".

En la Misericordia ha habido un fallecido y en Conde Aresti la situación es "más complicada" con una planta completa de contagiados, ha detallado.

Preguntado sobre por qué se decidió mantener el servicio de la OTA durante las primeras semanas de confinamiento, ha negado que tuviera afán recaudatorio. "Jamás tuvo afán recaudatorio. El objetivo era que los sanitarios pudieran aparcar fácil".

Ha explicado que se pidió a Osakidetza un registro de 200 matrículas del personal sanitario para que pudieran aparcar sin pagar la OTA, además de habilitar un aparcamiento para su uso en San Mamés y poner a su disposición plazas en la Intermodal.