El aroma atrapa. El calor que desprende la taza ayuda a que el cuerpo se active. Y el sabor es capaz de revivir en cientos de personas muchos recuerdos vividos. El café es un producto que ocupa un lugar importante en la vida rutinaria de muchos bilbainos. Incluso ha estado muy presente en la propia historia de la capital vizcaina.

No existe una regla exacta que indique cómo debe de tomarse el café. Adolfo Lorente, de Casa Café & Té, ubicado en Doctor Areilza 22, y presidente de BilbaoCentro, asegura que cada uno debe tomarlo como le guste. "No hay más que hablar", dice tajante. Bien es cierto que, al echar la mirada hacia atrás, recuerda las tradiciones de cómo se tomaba esta bebida que, en muchas ocasiones, sigue sirviendo para socializar. "La frase Vamos a tomar un café se utiliza para quedar para tomar algo. Antes se quedaba para tomar café porque las cafeterías eran puntos de reunión. A muchas de ellas se las llamaba degustaciones", recuerda.

BilbaoCentro, para poner en valor este producto, organiza la tercera edición de La ruta de los mejores cafés de Bilbao. ¿El objetivo? Reconocer la labor de muchos hosteleros y que sigan mejorando a la hora de elaborar la infusión. Además,, con este certamen BilbaoCentro pretende trasladar su apoyo "a la fantástica" oferta gastronómica de Bilbao, resaltando los locales de referencia y en general a la ciudad "como plaza de gran calidad hostelera y turística". Es por ello que un jurado especializado -compuesto por cocineros, influencers gastronómicos, representantes de la organización y medios de comunicación- será el encargado de degustar el café de los más de cincuenta establecimientos bilbainos que participan en el certamen. Mañana se cierra el plazo para la degustación, con lo que el jurado dará a conocer a primeros de marzo la ruta de los mejores cafés, conformada por quince locales hosteleros. "La conciencia popular sabe que en Bilbao se hace un buen café y, de alguna manera, queremos fomentar la mejora de los que elaboran el producto y jugar con el consumidor para que pase y los pruebe. Además, comenzamos a organizar este tipo de eventos para que los ciudadanos tengan locales referentes", especifica Jorge Aio, gerente de BilbaoCentro, quien desvela que "los concursos también sirven para aumentar el nivel, incentivar a los asociados de la hostelería para que puedan mejorar la calidad del producto y quien lo haga se pueda dar a conocer".

Por su parte, Lorente asegura que lo primordial para elaborar un buen café, "lógicamente", es la materia prima. Que haya una buena calidad. Pero no solamente eso. "No es lo mismo que el café se tueste diariamente, como lo hacemos aquí, a que esté tostado y envasado durante meses", explica. Además, es muy importante realizar un molido más grueso o delgado dependiendo del tipo de cafetera utilizada para hacer el café. "El molido debe ser directamente proporcional a la presión del agua que utilicemos para hacer el café. Es decir, si hago un café con una cafetera francesa deberá tener un molido mucho más grueso, tipo café de puchero, porque para hacer la infusión necesitamos que una vez molido, el grano molido tenga la suficiente retención a esa presión para conseguir café", expresa este profesional hostelero. Por el contrario, si se utiliza las máquinas tradicionales en la hostelería, "que tienen mucha más presión", el molido deberá ser más fino "porque si no, saldría aguachirri y el café que no sabría a nada".

El choque visual, importante Además, con solo ver el café se puede saber si está correctamente hecho o no. Con una cafetera de hostelería, si el café está realizado de la manera correcta se crea una crema, que lo aportan los aceites del café, de un color avellana no muy tostada y homogénea. Por el contrario, si sirven un café solo y no se puede percibir esa crema, "y el color es negro", no está correctamente hecho. "Si no tienen la crema quiere decir que es aguachirri y si el café está muy oscuro es porque se ha quemado. El sabor cambia enormemente", asegura Lorente antes de añadir que a simple vista "se puede saber lo que vas a beber antes de tomarlo" porque "el primer choque visual es muy importante".

Lorente es parte del jurado que durante estos días degusta los cafés de algunos de los locales hosteleros que han decidido formar parte de esta iniciativa. Tal y como indica, el sabor es siempre lo que más llama la atención. "Es un conjunto de todo, lo que pasa es que el sabor va unido a todo lo demás", asegura. "Un café que sabe bien está bien elaborado, tiene una buena apariencia... Lógicamente es muy difícil, solo con el sabor, hacer una buena clasificación y por eso nos fijamos en otras características que también son muy importantes", concluye.