Bilbao - Después de que embarcaciones de todo tipo hayan surcado la ría de Bilbao sorprende que los ciudadanos aún se extrañen ante medios de transporte marítimos diferentes. Las bicicletas acuáticas que ya están disponibles para alquilar en la villa son un claro ejemplo de ello a juzgar por todos aquellos que las fotografían a su paso. Esta nueva bici flotante sin ruedas fue introducida en el Nervión el pasado otoño por la empresa Urkabia, especializada en equipamiento deportivo náutico, que las arrienda desde el muelle de El Cargadero de Bilbao, en Olabeaga, tras haber llegado a un acuerdo. "Todo el mundo ha montado en una bicicleta, la sensación es la misma, pero sobre el agua", asegura Gorka Ilardia, uno de los cuatro socios de la compañía.

Silenciosa y sostenible, uno de los rasgos característicos de las bicicletas de la firma californiana Schiller es su estabilidad. "Es muy difícil caerte incluso con olas, puedes tambalearte, pero es como un catamarán, ultraligero. Ni siquiera te mojas", asevera Ilardia junto a otro de sus socios, Gaizka Sainz. Antes de traerlas a Bilbao, Urkabia ha podido testar el producto en otros puntos del Estado. "Tiene una aceptación terrible, gusta mucho y, sobre todo, es accesible para un público muy grande", agrega Ilardia, quien reconoce que no podían faltar en la capital vizcaina. "Esperamos que este verano sea el boom. Es entonces cuando veremos la acogida que tienen, pero estamos convencidos de que gustarán", señala.

Las bicicletas están disponibles para alquilar siempre que El Cargadero de Bilbao esté abierto. Por el momento cuentan con cuatro bicicletas fijas en su pantalán. "Calculamos que la demanda puede oscilar entre cinco o seis bicicletas de forma permanente. Puntualmente, por encargo, podríamos tener diez bicicletas para grupos. Siempre con reserva previa. Opcionalmente vamos a ofrecer rutas turísticas, orientadas a extranjeros que irán acompañados de un guía", apunta Ilardia, aunque detalla que no es un servicio que prevén solo para foráneos. "Media hora son 25 euros; una hora, 35 euros; y dos horas, 45 euros. Hemos calculado que, según la media de avance de 5 o 6 kilómetros por hora, en una hora puedes llegar hasta el mercado de La Ribera", indica el socio de Urkabia, quien concreta que en ese trayecto se puede disfrutar de otra vista de San Mamés, el Guggenheim o el Teatro Arriaga.

Los miembros de Urkabia esperan con gran interés el resultado del estudio-diagnóstico de la ría de Bilbao como eje dinamizador que actualmente está elaborando el Ayuntamiento. "Nos faltan más pantalanes en la ciudad. Esperamos que una vez concluido el estudio se active de verdad. Bilbao es de las pocas ciudades europeas atravesadas por una ría sin que ésta sea el centro turístico. Es una pena", comenta Gorka Ilardia, gran conocedor del medio náutico, quien añade que hasta la fecha no ha habido muchas facilidades por parte del Consistorio para emprender negocios relacionados con la ría. Aunque ahora está todo en un impasse, asegura que mientras los resultados del estudio se apliquen han encontrado "la forma de que la gente pueda disfrutar de las bicicletas acuáticas".

Otros transportes No es la primera incursión de Urkabia en la ría de Bilbao. Hace unos años introdujeron las tablas step board (con manillar y pedales) con otra empresa dedicada a actividades acuáticas que ya no existe. "Estuvimos cerca de un año, pero el concepto era completamente diferente al de las bicicletas, porque las tablas no eran estables y la gente se caía constantemente a la ría", expone Ilardia, quien considera que era una modalidad mucho más "engorrosa", ya que "necesitabas un vestuario apropiado y una ducha posterior". Por eso, reconoce que "no encajó demasiado bien".

Basándose su negocio en la filosofía de "tener equipamiento innovador que se diferencie de lo que siempre ha existido, como son los kayaks y los stand up paddle (surf de pala)", los miembros de Urkabia ya tienen en mente el próximo "producto" que introducirán en la ría bilbaina. Se trata de paddle boat (barco a pedal). "Es similar a un pedalo, pero es mucho más avanzado en cuanto a diseño. También llevan un pequeño motor", describe Ilardia. "Esperamos verlas también por la ría de Bilbao este año", adelanta.

Además de gestionar directamente el renting de sus productos y venderlos a nivel exclusivo -son los únicos distribuidores de las bicicletas Schiller del Estado-, Urkabia ofrece equipamiento de alquiler a profesionales del sector, otras compañías relacionadas con las actividades acuáticas. "Son empresas que tienen un punto de alquiler en la playa y quieren diversificar su negocio", explica. "Les rentamos por temporada, porque no son productos baratos y es difícil introducirte en un sector como este", añade. De hecho, el socio de Urkabia explica que las biciletas Schiller -ellos poseen unas 60 unidades en propiedad- cuestan alrededor de 5.000 euros, mientras que una tabla paddle no suele sobrepasar los 500 euros. De esa forma, los veranos anteriores han alquilado sus bicicletas a empresas de Barcelona, Murcia, Granada, Sotogrande, Gandía o Donostia, donde este año esperan repetir. Además, gestionan una escuela de vela en Alcudia, Mallorca, donde también exponen todos los productos que comercializan.