Bilbao - Los vecinos de Betolaza celebran estos días que su barrio lo sea a todas luces. “Al principio, cuando compramos las casas, no tuvimos problemas pero desde hace un tiempo esta situación llevaba aparejado problemas a la hora de hacer reformas, pedir prestamos o incluso vender las viviendas”, explica Maite San José, la presidenta de la Asociación de Vecinos. Ahora esperan que, al igual que en otros barrios altos de la villa, rampas o escaleras mecánicas puedan dar solución a los problemas de accesibilidad que sufren.

No es una cuestión resuelta de manera definitiva. Y esto es algo que quedó latente en el pleno municipal. La opción que han suscrito los vecinos no derriba viviendas pero por eso mismo tampoco deja mucha opción a mejoras de accesibilidad de trascendencia, como explicó el concejal de Planificación Urbana, Asier Abaunza. Existe el compromiso de mejorar el alumbrado en zonas que llegadas ciertas horas quedan ciegas y adecuar accesos generales pero, según expresó el concejal, “otras obras de accesibilidad las deberán realizarlas de manera privada los vecinos, como en otras zonas”.

Claro que tampoco está todo dicho porque, como le retó la portavoz de EH Bildu, Jone Goirizelaia, “en Bilbao hacemos posible lo imposible”, de manera que la intención de mejora existe y es compartida por todos los concejales, lo que ya es un punto a favor del barrio.

Mientras, los vecinos disfrutan de este primer logro y esperan que poco a poco Betolaza recupere la vida que fue apagándose con el tiempo.

Ahora, cinco bares favorecen la interrelación entre los vecinos, muchos de los cuales hacen su vida sin salir a penas de Betolaza. Hubo un tiempo en el que había una mercería, varias tiendas de comestibles, una carnicería... pero ahora solo queda una panadería y una tienda con artículos de primera necesidad. “Aunque tenemos que ir por lo menos a Rekalde a comprar nos gusta comprar en esta tienda porque es la única manera de que subsista y eso es importante para nosotros”, defienden.

También desapareció la escuela, que ahora es el centro de distrito donde realizan las reuniones. En cuanto a viviendas no ha cambiado apenas: en Betolaza siguen existiendo las 127 viviendas que dieron origen a este barrio. Hay vecinos, como Maite, que llevan casi 40 años aquí y que tampoco quisieran irse, por eso esperan las mejoras como pasaporte para que sus viviendas sean las definitivas. - O. Sáez