POR fin llegó el día que muchos esperaban. Las ansiadas rebajas no dejan indiferente a casi nadie y hay quien las esperaba como agua de mayo. “Aunque en algunas tiendas ya había ofertas, quería que llegase este día porque creo que ahora empiezan las verdaderas rebajas”, confesó Marta Guzmán que ayer, como cada año, madrugó para no quedarse sin chollos. Ella no fue la única que esperaba a que abriesen las persianas de los locales comerciales. A las 8.30 horas ya había quien hacía cola, como Garbiñe López que al salir de casa pensó que “a primera hora no iba a haber mucha gente”. “No aprendo porque el año pasado me pasó lo mismo, pero en esta ocasión pensé que iba a ser diferente”, comentó. Aun así el madrugón mereció la pena. “He conseguido lo que quería”, reveló.

La gran mayoría de los comercios decidieron adelantar a ayer sus periodos de rebajas para que los clientes aprovechen el fin de semana y disfrutar así de las mejores ofertas. El buen tiempo animó a muchas personas a zambullirse en las tiendas de la Gran Vía y del Casco Viejo bilbaino. Durante las primeras horas de la mañana tuvieron que soportar largas colas para acceder a los probadores y para pagar, aunque para el mediodía las tiendas se desahogaron. “Era todo una locura porque me he tenido que probar algunas cosas por encima”, aseguró Marisa Marcos que finalmente prefirió comprarse lo que había visto por Internet porque “incluso para el autopago había que esperar cola”.

La gran afluencia de gente llenó las tiendas en tiempo récord. El Corte Inglés recibió alrededor de 50.000 personas en su sede bilbaina y su dirección espera que en los próximo días se mantenga la cifra e incluso poder superarla. Para esta campaña, el centro comercial ofrecerá hasta el 31 de agosto grandes ofertas que comienzan con descuentos de hasta el 50%. Este porcentaje aumentará en las segundas rebajas que comenzarán a finales de julio. “Quería comprar un par de pantalones largos y al final me voy con lo que no quería porque he encontrado otras cosas que durante el año no voy a encontrar”, declaró Mireia Estefanía que en el primer día de rebajas acudió con su amiga Isabel a los grandes almacenes. “Teníamos ya algo mirado y esperábamos que las cosas que queríamos estuviesen rebajadas”, expusieron. Esto mismo pensaron Imanol y Maika Gómez que, aunque no acostumbran a ir de rebajas el primer día, compraron lo que tenían en mente. “Seguiremos comprando porque hay buenos descuentos y algunas cosas seguro que merecen la pena”, dijeron.

Otros en cambio no querían gastar y finalmente lo hicieron porque no pudieron resistirse a las ofertas. “No íbamos a comprar nada, pero hemos visto cosas que necesitábamos a buen precio y puede que luego nos quedemos sin ello. Lo que sí tenemos claro es que no vamos a derrochar”, expresaron Ibai y Lucía Ruiz mientras confesaban que a medio día bajó el ritmo y no tuvieron que esperar tantas colas.

Todos con descuentos No solo las franquicias decidieron adelantarse a las rebajas. Todos los comercios rompieron las reglas del juego e incluso los pequeños locales aprovecharon para sacar de sus almacenes los mejores productos. “No sabemos como irá esta campaña. Es imprevisible, pero lo que nos diferencia a nosotras del resto es que todo lo que sacamos es de temporada. No hay nada en nuestra tienda de invierno”, confesó la dependiente de Sin Límite, Begoña Remiro Barandiaran.

A diferencia del año pasado, cuando los comercios tuvieron que adelantar las rebajas tras cerrar una temporada de pocas ventas por el mal tiempo, este año, el sector, al igual que una dependiente de Inditex, considera que “estas rebajas van a ser muy buenas”. “Hay ofertas durante todo el año y aunque las rebajas no sean como las de antes siempre hay mejores descuentos”, concluyó Marta Guzmán.