Hay casi tantas formas de vivir como colectivos sociales y cada una exige un tipo de vivienda que se adecue a las necesidades del momento vital. Con ello se economizan recursos e incluso se igualan oportunidades, según los expertos en planificación urbana. En Bilbao hay pisos sociales, alojamientos dotacionales, viviendas de inserción, viviendas comunitarias para personas mayores y programas de viviendas para jóvenes solidarios. El concejal de Vivienda, Goyo Zurro, está satisfecho de poder decir que la oferta de Gobierno vasco y Ayuntamiento de Bilbao suma 4.152 pisos.

Entre las diferentes tipologías de vivienda que existen en Bilbao se encuentra por un lado las de alquiler social, la mayoría, que dan respuesta de alojamiento a personas o unidades familiares que cumplen una serie de requisitos económicos.

El parque municipal de vivienda social de Bilbao es uno de los mayores del Estado, con una vivienda municipal en alquiler social por cada 88 habitantes. Está constituido por 4.127 viviendas, veinte alojamientos dotacionales y 1.177 elementos para uso distinto del de vivienda, y que son destinados a locales, garajes y trasteros. El reglamento incorpora nuevos supuestos de acceso a la vivienda municipal, con lo que se refuerzan las medidas de intervención social. Se trata de atender situaciones de extrema exclusión social residencial que se traducen en carencia sobrevenida de vivienda. Además prevén la atención de alojamiento en casos de maltrato o situaciones de bullying.

Los alojamientos dotacionales son pequeños apartamentos de treinta a cuarenta metros con servicios comunes, pero en los que la permanencia está limitada a cinco años. Con ellos, el Consistorio pretende ayudar a los jóvenes en los primeros momentos de su vida independiente. Según relata Zurro, hay veinte en Miribilla, 85 en Atxuri y sesenta en Arangoiti, todos ellos construidos por el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco. En el futuro están previstas nuevas promociones de este tipo, como las 160 de Ametzola. “Pretendemos llegar a los 550 para 2022”.

Los estudiantes también reciben apoyo para vivir en países diferentes a los de su origen. Se trata del programa Jóvenes Solidarios para el que el Ayuntamiento tiene reservadas veinte viviendas que responde a las necesidades de 55 estudiantes de posgrado. A cambio de tener una vivienda, los estudiantes se comprometen a realizar trabajos solidarios en su comunidad ya sea con escolares que necesitan un apoyo, por ejemplo, o con personas mayores.

Otro caso es el de las viviendas comunitarias para mayores de lo que ya hay una experiencia en Zorrotza. Son alojamientos gestionados por una entidad, en los que pueden vivir personas no dependientes que disfrutan de unos servicios en común. En este momento hay catorce pisos de estas características.

A estos hay que sumar las viviendas de inserción que gracias a un acuerdo con el tercer sector se ofrecen para la atención, por parte de estas entidades, a personas que se encuentran en riesgo de exclusión. El Ayuntamiento tiene suscrito este convenio con veinte entidades y cuenta con sesenta viviendas para este fin.

Por último, el Gobierno vasco ha realizado en Bilbao promociones de 1.800 viviendas de alquiler. “En Bilbao el ratio de viviendas que se ofrecen dentro la administración está muy por encima del de otras comunidades autónomas”, señala Zurro antes de añadir que también existen paquetes importantes de ayudas y subvenciones para la rehabilitación de viviendas.