Bilbao - El Tren de Alta Velocidad (TAV) llegará soterrado a la nueva estación bilbaina de Abando que estará operativa en 2023. El último y definitivo estudio presentado ayer por el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna; la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, incluye la novedad de recuperar la idea inicial de intermodalidad proyectada hace más de treinta años para este espacio. Además del TAV, acogerá los autobuses interurbanos de Bizkaibus, un parking de rotación, una parada de taxis y un acceso peatonal nuevo para los usuarios del metro. La inversión total estimada asciende a 602 millones de euros sumando las obras de la propia estación y el acceso directo a través de un túnel desde Arrigorriaga. Su plazo de obras, 48 meses.

El proyecto presentado cuenta con el consenso de las tres instituciones que tras un año de trabajo han coincidido en que la solución aprobada es la mejor. Iñigo de la Serna destacó en este sentido “no solo la reordenación de los espacios ferroviarios sino la integración urbana de esta nueva área de oportunidad que gana Bilbao”. Se soterrarán las vías liberando una superficie de 90.000 metros cuadrados que no resulten precisos para la explotación ferroviaria. “Se trata del mayor proyecto de conectividad ferroviaria en Bilbao para los próximos cien años”, subrayó el alcalde tras calificar de “apasionante” e “histórico” el día de ayer.

Según dieron a conocer, en la nueva estación de Abando se agruparán todos los servicios de Cercanías y largo recorrido que actualmente llegan a Bilbao, además de los futuros servicios de alta velocidad. La solución acordada contempla una estación intermodal integrada, con conexión directa con el metro de Bilbao, un intercambiador de autobuses de trece dársenas, así como un aparcamiento de 550 plazas rotatorias para uso de la estación y una zona para taxis. “El edificio favorecerá la intermodalidad del tren con el resto de medios de transporte público y privados pero, además, los recorridos serán lo más cortos posibles facilitando la orientación de los viajeros”, adelantó el ministro de Fomento.

La principal novedad de la propuesta presentada ayer es que las vías de alta velocidad ya no entrarán soterradas por debajo del actual pasillo ferroviario como se presentó el año pasado sino que el nuevo cajón se desplaza hacía la derecha. Esta nueva concepción permite ganar más espacio para albergar los autobuses de Bizkaibus que actualmente tienen su prolongada parada en Hurtado de Amézaga descongestionando esta calle que en un futuro también albergará el trazado del tranvía hasta conectar con la actual recorrido en la plaza Circular.

La estación está diseñada en dos niveles. En el -1 se situarán los servicios de Cercanías actuales a Santur-tzi, Muskiz y Orduña a los que se unirá la línea de Balmaseda que ahora llega a la estación de La Concordia. En el nivel -2 se ubicará los andenes para ocho vías de ancho internacional de alta velocidad. Además, se incorpora una nueva entreplanta donde se situará el vestíbulo para alcanzar a los diferentes servicios ferroviarios.

La gran cubierta se mantiene Los usuarios llegarán a este nivel bajando desde el vestíbulo de la actual estación de Abando en vez de subir como hacen ahora para alcanzar los andenes. Este espacio se ubica bajo la marquesina de celosía metálica de la actual estación de Abando, la cual se integra en su integridad en la nueva infraestructura. También se mantendrá la gran vidriera que se encuentran los viajeros cada vez que llegan en tren hoy en día.

La nueva estación, además de permitir su relación con el actual edificio esquinero de Abando pondrá en valor la bella estación de La Concordia que está protegida arquitectónicamente y no se puede demoler. Lo que es seguro es que ya no será un espacio ferroviario. Será una nueva estación con una imagen arquitectónica representativa, moderna y actual que la identifique como hito dentro de la ciudad y de la llegada de la alta velocidad. Todavía no se ha pensado los usos que albergará este espacio propiedad de Adif.

Los vestíbulos de la nueva estación contarán con zonas de espera confortables potenciando la entrada de luz natural. La arquitectura permitirá incorporar modernas soluciones digitales y dará respuesta a las necesidades los viajeros y usuarios a lo largo de los distintos recorridos del proceso de viaje, evitando cruces e interferencias entre los diferentes medios de transporte.

Tapia remarcó que con esta solución “se abre una oportunidad urbanística muy importante para la ciudad” y destacó que “la trinchera que tenemos en Bilbao va a desaparecer y se va a lograr una ciudad absolutamente integrada”. En este mismo sentido, Aburto dijo que “trabajaremos para hacer realidad, entre todos, ese espacio nuevo, moderno y abierto que se va a generar para el disfrute y para la unión de los barrios de San Francisco, Bilbao La Vieja y Zabala con la Gran Vía”.

Por ejemplo, el proyecto prevé que los peatones podrán circular, a cota cero, desde la plaza Circular hasta la calle Bailén, al otro lado de la actual estación de Abando. Otro elemento que marcará la diferencia es que se podrá transitar entre los nuevos apoyos que se crearán para la gran cubierta que bajarán hasta la altura de la calle Hurtado de Amézaga. “La llegada del TAV a velocidad no solo mejorará las conexión ferroviaria sino que además mejorará la ciudad”, indicó el ministro.

Aburto espera tener en los próximos meses un proyecto urbanístico para la tapa de la estación que concretará cuántas viviendas se construyen, qué zonas de ocio y equipamientos públicos presentará y cuántos edificios de oficinas albergará.

“Estamos comprometidos con que el TAV sea posible en Bilbao, llegue cuanto antes y a hacer posible que Bilbao tenga en el futuro esa nueva zona de oportunidad que nos va a permitir vivir mejor y conectar definitivamente los barrios hoy separados por esa brecha ferroviaria con el centro de la ciudad” concluyó el alcalde.