Como todos los meses de diciembre, Cáritas Arratia ha hecho balance de su actividad anual, la de un 2021 marcado aún por la crisis sanitaria, social y económica de la pandemia, pero que ha coincidido, además, con la modesta conmemoración de sus primeros 25 años de trayectoria en el valle trabajando contra la pobreza y por la justicia de los colectivos más desfavorecidos.En concreto, en este último ejercicio han sido 24 las familias de la comarca que han encontrado un poco de alivio a su dramática situación gracias a la labor y al voluntariado de Cáritas Arratia que también han vuelto a incidir en la sensibilización de cientos de personas a través de sus campañas y no se ha olvidado de colaborar con proyectos de formación de la mujer y de comercio justo.

En un sencillo vídeo que se está difundiendo estos días entre particulares, a través de redes sociales y en las celebraciones dominicales de las parroquias de Arratia, precisan que han colaborado con la mejora de vida de 24 unidades familiares, y entre todas ellas destacan que la procedencia de 8 de ellas es Marruecos, 7 de Euskadi, 5 han sido latinoamericanas y tres de Senegal, entre otras. A esta línea de ayuda se han destinado más de 13.000 euros.

El grupo de voluntariado de Cáritas, motor de esta entidad en el valle de Arratia, también ha hecho a lo largo de este año cuatro campañas de sensibilización en las comunidades, han estado presentes en las ferias de los pueblos con un stand dedicado al comercio justo y han coordinado la preparación y celebración del quinto Día de los Pobres que culminó, el 13 de noviembre, con un acto reivindicativo festivo en el frontón de Dima y que se cerró con una recaudación benéfica de 9.000 euros destinados al programa Elurra de atención a la mujer desfavorecida, en el barrio de Rekalde, en Bilbao. En los puestos de comercio justo se han vendido productos por valor de casi 1.600 euros, que se reinvierten íntegros al programa de comercio justo.

La mayoría de los 24.044 euros que ha ingresado en este ejercicio la agrupación proceden de los feligreses, donativos y colaboración de los vecinos del valle y, además, este último año, el Gobierno vasco ha colaborado con 11.660 euros para aliviar a las familias más golpeadas por la pandemia.

Maribel Salcedo, coordinadora del voluntariado a nivel de Arratia insiste en que el grupo “está abierto a cualquier persona que quiera colaborar en esta tarea”, y recuerda que quien no disponga de tiempo, pero desee ayudar económicamente, puede dirigirse a su parroquia más cercana o ingresar su aporte en la cuenta IBAN: ES83 2095 0154 50 9104312631

Este año Cáritas Arratia ha celebrado sus bodas de plata pero sigue con la misma ilusión y compromiso trabajando desinteresadamente por la justicia y contra la pobreza. Agradecen todo el apoyo, grande y pequeño, en tiempo o dinero, en favor de esta labor tan fundamental. “No preguntamos ni por el color de la piel, ni por el credo religioso o la afiliación política. Si hay que ayudar y podemos hacerlo, no lo dudamos”, añade Maribel Salcedo. Tras un intenso proceso de reflexión por parte de los grupos parroquiales del valle, el 30 de marzo de 1996 se fundó oficialmente Cáritas Arratia. Desde entonces, han sido incontables los nombres, las historias y las horas de trabajo y de voluntariado en torno a la labor solidaria y de ayuda por parte de una entidad que ofrece sus servicios a las poblaciones de Zeanuri, Areatza, Artea, Arantzazu, Dima, Igorre, Lemoa y Bedia.

Savia nueva. Alcanzados ya los 25 años de andadura, lo que más echan en falta en la organización es savia nueva, en concreto, personas jóvenes que puedan ir relevando a los más veteranos en las diferentes funciones que desarrollan, tales como la de atención a personas enfermas y ancianas, planes de sensibilización, comercio justo y cursos de cocina.