Fue sacado a licitación a principios del mes de julio y, una vez cerrado el plazo del concurso público, no se ha presentado ninguna oferta. La adjudicación del servicio de guarda, conservación y mantenimiento de las 45 hectáreas de superficie del entorno del parque de Mendikosolo ha quedado desierta. Se trata, sin duda, de un importante contratiempo para el principal parque público de Arrigorriaga, un entorno con una gran potencialidad para acoger usos relacionados con el disfrute de la naturaleza, la conservación y divulgación del patrimonio natural que lleva ya un año sin las necesarias tareas de gestión ambiental, en concreto desde que en octubre del año pasado venció la vigencia del contrato de la anterior empresa adjudicataria.

El Ayuntamiento de Arrigorriaga debe ahora, por tanto, analizar las causas que han podido motivar la falta de interés por un contrato que salió a licitación por un precio máximo anual de 360.000 euros. Una de las razones podría ser la "transitoriedad del contrato" ya que, tal y como se precisaba en las bases, la configuración actual de este entorno paisajístico y natural "podría verse alterada por las exigencias de legalización de la lámina de agua existente en el parque como embalse o como presa de categoría A iniciado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico". Y dado que aún se desconocen cuáles van a ser las actuaciones definitivas que hay que abordar y que se ha puesto en marcha un proceso de participación ciudadana para definir el futuro del parque, el equipo de gobierno decidió que la vigencia del contrato fuera de solo dos años, con posibilidad de dos prórrogas anuales. Otro de los posibles inconvenientes podría residir en que la nueva empresa adjudicataria tendría la obligación de subrogar al personal de la anterior concesionaria del servicio compuesto, en concreto, por tres trabajadores a jornada completa.

Tareas sin acometer

Sea como fuere, la realidad es que el parque de Mendikosolo lleva ya un año sin servicio de guarda, conservación, mantenimiento y gestión ambiental a pesar de contar con una serie de infraestructuras "con usos inadecuados y algunas problemáticas de carácter ambiental como la propagación de especies exóticas invasoras, ruinas industriales, árboles muertos cerca de las zonas transitadas, etcétera", indicaban los pliegos. Para subsanar y corregir esta situación, el catálogo de servicios básicos a prestar incluía labores de guarda para prevenir el mal uso por parte de los visitantes de las instalaciones y controlar el depósito indebido de basura o actos de vandalismo, además de tareas de mantenimiento como la limpieza diaria de caminos, recorridos y merenderos y semanal de los senderos secundarios, recogida diaria de basuras de las papeleras y de las zonas de esparcimiento que hay fuera de la zona de la taberna, además del rastrillado y limpieza de la zona de areneros y de juegos infantiles con una periodicidad mínima de dos veces por semana.

Y para asegurar el cuidado de la vegetación del parque, se establecían como necesarias labores de sustitución paulatina de especies alóctonas por especies autóctonas, plantación dispersa de arbustos autóctonos en la zona entre el bar y el arroyo, control de especies exóticas invasoras en las zonas más transitadas y tratamientos fito-sanitarios en caso de ser necesario con productos de certificación ecológica. El contrato incluía, además, actuaciones de mantenimiento de instalaciones y mobiliario. Todo ello seguirá, de momento, sin prestarse de la forma y manera que requiere un complejo natural de estas características y embergadura.